MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Siete de cada diez personas anunciaron que revisarían su visión debido a las molestias y la sintomatología percibida. El 54,2 por ciento dijo que lo haría durante el verano. Ahora, tres meses después, solo el 18,2 por ciento de la gente ha acudido realmente a revisión, según los datos de un estudio realizado por la asociación Visión y Vida.
Este nuevo informe, titulado 0¿Estamos cuidando la visión en la 'nueva normalidad'?', analiza si la salud visual ha mejorado tras tres meses en libertad con restricciones, estudiando si ha remitido la sintomatología de problema visual, si se ha acudido a revisar y si hemos recuperado nuestros hábitos de vida prepandemia.
Durante el periodo de confinamiento se detectaron ciertos cambios en nuestros hábitos de vida, derivados de la falta de libertad y movimiento, que nos obligó a estar más tiempo en casa. Ahora, en la 'nueva normalidad', se observa que, aunque el 44,7 por ciento de la ciudadanía ha vuelto al trabajo o nunca ha dejado de ir (y el 18,8% combina ambas opciones), solo uno de cada tres ha logrado reducir su tiempo de uso de pantallas a los niveles de antes del COVID-19. Sin embargo, la mitad de la población (48,6%) sigue pasando entre dos y cinco horas más al día ante dispositivos electrónicos.
Así, en lo relativo a los más pequeños, que han sido los grandes perjudicados de esta pandemia, sigue existiendo un gran desconocimiento en lo que se refiere al cuidado de su salud visual. Teniendo en cuenta que el estudio previo demostró que la mitad de los niños (50,3%) ha estado entre cuatro y ocho horas al día ante dispositivos electrónicos (el 22,1% más de ocho horas), solo una de cada cuatro familias realizó una revisión visual a sus hijos para preparar la 'vuelta al cole' y comprobar si el sistema visual se había dañado durante el confinamiento.
"Lo más alarmante es descubrir que la mitad de las familias no han acudido a revisión con sus hijos ni tienen previsto hacerlo y que tres de cada cinco (59,1%) no lo hará porque el menor no se ha quejado de ningún problema. Si tenemos en cuenta que la visión no duele y que, por norma general, un menor es incapaz de detectar su problema visual, vemos un serio problema de perspectiva en estas situaciones", explica su presidente, Salvador Alsina.
Este estudio indica que, en la actualidad, solo cuatro de cada diez familias tiene la costumbre de revisar anualmente el estado de la visión de sus hijos y que, en el caso de los adultos, existe un 29,2 por ciento que manifiesta irá a revisión antes de que finalice el año.
"Este estudio muestra cómo del 45,6 por ciento que manifestó sentir problemas visuales durante el confinamiento, para un 42,1 por ciento estos persisten a día de hoy. Para todos los profesionales de la visión es muy importante entender a qué pueden deberse y, sobre todo, lograr concienciar a la población para que, en caso de molestias, acudan a revisión para poner freno a esta situación", concluye Alsina.