El 64% de los pacientes con displasia de cadera pueden desarrollar displasia residual por un diagnóstico tardío

Cadera de mujer vista con rayos.
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Publicado: lunes, 17 junio 2019 12:27

MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El 22 por ciento de los pacientes que sufren displasia de cadera tratados durante el primer año de vida desarrollarán displasia residual, cifra que aumenta hasta el 64 por ciento a partir de los 2 años, según ha destacado el doctor Juan Cabello Blanco, director del curso y traumatólogo infantil de Clínica CEMTRO (Madrid), quien ha concluido que el diagnóstico precoz supone un "importante" cambio en el pronóstico del afectado.

De este modo, en el marco del I Curso 'Flashcards en Traumatología Infantil', que se ha celebrado el 14 de junio en Madrid con el objetivo de fomentar el conocimiento entre los pediatras, el experto ha asegurado que el diagnóstico tardío supone un aumento de las cirugías, lo que puede conllevar un empeoramiento de los resultados.

La displasia de cadera es una enfermedad ósea y hereditaria que actualmente presenta una prevalencia de entre el 1 y 7 por ciento, según ha destacado la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). Es más común en niñas y entre sus principales factores de riesgo destacan la posición podálica intraútero y los antecedentes familiares.

En este sentido, la displasia de cadera en el recién nacido ha sido uno de los temas centrales del encuentro. La primera consulta sobre esta afectación tiene lugar en las consultas pediátricas, por lo que es "imprescindible" que los traumatólogos infantiles ofrezcan formación continuada a los pediatras. Así, el experto ha destacado que "es importante que no exista un divorcio entre la pediatría y la traumatología infantil porque el que pierde siempre es el enfermo".

Por otra parte, también se han tratado otras patologías en el recién nacido como la enfermedad de Perthes, las fracturas de antebrazo en la edad escolar, los tumores óseos, la escoliosis ideopática, las lesiones deportivas, la apofisitis o la osteocondritis.

Así, el doctor Cabello ha concluido que "los pediatras no rotan por la especialidad de traumatología infantil y sin embargo, estas patologías suponen un porcentaje muy alto de las que ven en su consulta diaria. Es por ello que a los pediatras siempre les interesa la formación en traumatología infantil".