MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 62 por ciento de los gerentes de hospital cree que los planes de salud son fundamentales para la calidad asistencial en sus centros, si bien su implementación más a medio-largo debe ayudar también a la mejora de la eficiencia, el 25 por ciento opina que es fundamental, el 10 por ciento cree que aportan calidad pero que no está demostrado que sean fundamentales y el tres por ciento dice que no es fundamental.
Así se desprende del sondeo de opinión 'Prevención, Promoción de la Salud y Calidad Asistencial. Elementos clave en la mesogestión', elaborado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), realizado sobre una muestra de 40 gerentes de hospital y presentado con motivo de la celebración del Día Mundial de Calidad.
Asimismo, el 40 por ciento de los gerentes de hospital que han participado en el sondeo cree que los planes de salud de la Consejería podrían aportar mucho pero que necesitan de una mayor implementación y el 30% cree que su implementación mejoraría si fueran más operativos en su desarrollo. Pero, además, el 20 por ciento piensa que no está demostrado con evidencia que mejoren la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria y el 10 por ciento cree que faltan indicadores para evaluar resultados.
"Desde la macrogestión no se establecen herramientas, indicadores ni una cultura en la que la promoción y prevención de la salud sea relevante dentro de la gestión sanitaria. Los motivos pueden ser una visión cortoplacista de la sanidad y de los resultados y gestión poco enfocada aún a la medicina preventiva y atención a la cronicidad", ha dicho el presidente de SEDISA, Joaquín Estévez Lucas.
De hecho, según los resultados del trabajo, el 50 por ciento cree que desde la macrogestión se transmite la importancia de los planes de salud si bien cree que hay mucho trabajo por realizar desde la macro hacia la meso y microgestión y el 32 por ciento opina directamente que esta transmisión no existe.
MEDIDAS PRIORITARIAS
Por otra parte, en el sondeo se ha preguntado a los gerentes de hospital cuál es la medida más prioritaria para la implementación de los planes de salud en el ámbito de la mesogestión y la mitad de los encuestados cree que es la creación de grupos de trabajo que impliquen a los tres niveles de gestión para desarrollar herramientas de implementación de los planes de salud en los ámbitos de la meso y microgestión.
La segunda medida más seleccionada ha sido el mayor desarrollo, con más operatividad, de los planes de salud, por el 32 por ciento, seguido por el desarrollo de indicadores de evaluación de la implementación de los planes de salud, por el 17 por ciento.
"Precisamente, la deficiencia de medición en nuestro país se localiza, sobre todo, en aquellos resultados que no se encuadran en el marco de resultados económicos. Sin embargo, en gestión sanitaria debemos conocer que los resultados en salud, y la calidad asistencial mejoran, sin duda, la eficiencia de los sistemas sanitarios", ha añadido el presidente de SEDISA.
Dicho esto, el experto ha recordado que el papel del directivo es fundamental en la construcción de la cultura de estrategia de la prevención, promoción y calidad asistencial y, en este punto, debe trabajar hacia la microgestión en ello.
De hecho, el 45 por ciento de los encuestados cree que sí se transmite la importancia del uso de la prevención y promoción de la salud al nivel de la microgestión desde la dirección de los centros hospitalarios, si bien el 37 por ciento opina que también pero que hay mucho trabajo conjunto por realizar desde arriba hacia la microgestión en este sentido. Sin embargo, el 18 por ciento cree que esta transmisión no existe.
Ante esta situación, entre las iniciativas que los gerentes de hospital deben adoptar para la implementación de la prevención, promoción de la salud y calidad asistencial en sus centros, destacan: que esas herramientas vayan acompañadas de indicadores y que se evalúen, que propicien grupos de trabajo para crear dichas herramientas, implicando a los profesionales sanitarios y a los gestores del nivel de la macrogestión, y que establezcan programas de incentivos a los profesionales en base a la implementación y medición de resultados.
"Ello, además de sumar eficiencia, ayuda a la concienciación y a la creación de cultura organizacional en torno a la prevención y la promoción de la salud, así como a la calidad asistencial. Asimismo, hay que propiciar que los profesionales sanitarios colaboren con los directivos y trabajen de forma colaborativa, aportando su conocimiento sobre este tipo de herramientas en la microgestión y su evaluación, y que integren las herramientas y su medición en su labor profesional diaria", ha recalcado el presidente de SEDISA.
Finalmente, el experto ha recordado que, según el Sondeo sobre Implementación de la RSC en las Organizaciones Sanitarias en España, realizado por SEDISA en enero de este año y en el que participaron 180 directivos de la salud, se estima que alrededor de siete de cada 10 organizaciones sanitarias en España (el 72%) tiene un sistema de gestión de calidad.
"Si bien es un porcentaje importante, hay mucho camino por recorrer aún. Además, se debe evaluar si los sistemas responden a las necesidades de los usuarios y pacientes, a la gestión por procesos, a incrementar el logro de los objetivos de la organización, si se miden los resultados y la medición se realiza con los indicadores oportunos. En definitiva, el sistema de gestión de la calidad debe formar parte de la visión y misión de las organizaciones y de la cultura organizacional de éstas", ha zanjado de la directora de Estrategia y RSC del Institut Català d' Oncologia (ICO) y responsable del Comité de RSC y Ética de SEDISA, Anna Rodríguez Cala.