MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Algo más de seis de cada diez españoles consideran que la atención sanitaria pública en España es buena (46,4%) o muy buena (14,6%), mientras que uno de cada cuatro (27,1%) la califican de regular y suponen uno de cada diez los que la consideran mala (7,5%) o muy mala (2,6%).
Estos datos, que se desprenden del último Índice de Opinión Pública de Simple Lógica --elaborado a partir de una muestra que no supera los 1.000 encuestados--, muestran que son los menores de 35 años los que peor opinión tiene de la sanidad.
Atendiendo a la orientación política de los informantes también es clara la diferencia de opinión, pues mientras entre los votantes del PP representan un 71,9 por ciento los que consideran buena o muy buena la atención sanitaria pública, entre los del PSOE ese porcentaje se queda en el 49,3 por ciento.
En cuanto a la calidad de la sanidad en el último años, casi la mitad de los informantes (48,7%) consideran que la atención sanitaria pública ha sido igual en el último año a la prestada anteriormente, mientras que algo más de cuatro de cada diez (41,8%) consideran que esa atención ha sido peor y sólo menos de uno de cada diez (6,0%) opinan que ha sido mejor.
Apenas se registran diferencias en este punto en función del sexo de los informantes, pero sí existen atendiendo a la edad, el nivel de estudios, la clase social o la orientación política.
Nuevamente, la percepción de la evolución de la atención sanitaria pública es menos favorable entre los más jóvenes. El porcentaje de quienes entre los menores de 25 años consideran que la atención sanitaria pública en el último ha sido peor que anteriormente se sitúa en el 48,1% mientras que entre los mayores de 65 años los que sostienen esa misma opinión suponen un 31,7%.
LA PRIVATIZACIÓN NO GUSTA
Respecto al efecto de la privatización de servicios médicos la opinión de algo más de la mitad de los ciudadanos es desfavorable; así un 53,7 por ciento opinan que haría que la atención sanitaria fuera peor, frente al 21,4 por ciento que consideraran que sería igual y el 17,9 por ciento que señalan que sería mejor.
En este sentido, nuevamente es relevante la diferencia de opinión que se registran en función de la orientación política de los entrevistados, ya que entre los votantes socialistas es claramente mayoritaria la proporción de quienes consideran que la privatización empeoraría la atención (71,9%), en tanto que el 11,5 por ciento consideran que seguiría igual y el 14,2 por ciento que mejoraría.
En el caso de los votantes del Partido Popular las opiniones están más equilibradas. Se observa que el porcentaje de quienes consideran que la privatización haría que la atención sanitaria fuera peor es igual al de quienes opinan que haría que fuera mejor (29,4%), mientras que el 32,3% consideran que no afectaría en un sentido ni en el otros.
RECHAZO AL PAGO SIMBÓLICO POR SERVICIO
Respecto al cuál debe ser el modelo de financiación del sistema sanitario, la gran mayoría cree que debe de ser exclusivamente por las aportaciones vía impuestos. Así, dos de cada tres entrevistados (66,1%) se muestran partidarios de que la asistencia sanitaria se pague exclusivamente con los impuestos, mientras que uno de cada cinco (20,8%) está a favor de un pago simbólico cuando se utilice el servicio.
Mientras, es minoritaria la proporción de quienes se inclinan por el pago de una parte de los gastos (3,7%) o de que cada paciente se pague su propia asistencia directamente o mediante un seguro médico (3,6%).