MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
En los primeros cinco años de diagnóstico el 51 por ciento de las personas con Párkinson requieren un cuidador, según datos del estudio Época. Pasados los 10 años de diagnóstico, el porcentaje asciende al 80 por ciento. De las personas cuidadoras, el 81 por ciento son familiares directos (43% son hijas, 22% esposas y un 7,5% son nueras de la persona cuidada) o amigos.
En España se estima que, de las más de 160.000 personas con esta enfermedad, en torno a un 10 por ciento la presenta en estado avanzado, provocando una merma en la calidad de vida y autonomía, dado el incremento y gravedad de los síntomas, por lo que precisan la ayuda de un cuidador.
En más de un 80 por ciento de los casos, las cuidadoras son mujeres, y más de la mitad de ellas comparten domicilio con la persona cuidada, esto significa que esta labor se convierte en su vida, por ello, "los cuidadores son también personas afectadas por la enfermedad" afirma la directora de la Federación Española de Párkinson (FEP), Alicia Campos.
En las fases más avanzadas, el enfermo de Parkinson requiere más horas de atención, lo que supone un cambio radical en la vida de la persona cuidadora a nivel social, emocional y económico y, en ocasiones, conlleva un incremento del riesgo de padecer depresión, fruto del estrés que ocasiona la enfermedad a lo largo del tiempo.
En este sentido, numerosos estudios destacan la carga emocional de los cuidadores a lo largo del proceso de la enfermedad, sufriendo principalmente estrés emocional, ansiedad y depresión. Además, en estos estados los trastornos cognitivos e intelectuales que puede experimentar la persona con Parkinson agravan el malestar emocional del cuidadora.
Otros síntomas como los trastornos del sueño también repercuten en esta figura, ya que es quien tiene que mantenerse alerta durante la noche ante cualquier necesidad o imprevisto. Concretamente, el 63,8 por ciento de los cuidadores tienen dificultades para dormir
'CUIDAMOS SONRISAS'
La (FEP) y AbbVie lanzan el vídeo 'Cuidamos con sonrisas' en el que Juan Luis del Pozo, afectado de párkinson, e Irene Álvarez, su pareja y cuidadora cuentan su historia y cómo la enfermedad convive con ellos.
Esta microhistoria forma parte de la campaña de sensibilización '#Enpocaspalabras', puesta en marcha para mostrar qué es la enfermedad de Parkinson, más allá del diagnóstico, los síntomas y los tratamientos, concienciar sobre el entorno de las personas que padecen la enfermedad y, principalmente, poner en valor a las personas que, sin ser afectadas, conviven con ello.
"Ella es la sonrisa que me da la vida y el apoyo que tengo, la seguridad", así se refiere Juan Luis del Pozo su esposa y cuidadora desde que le diagnosticaron la enfermedad, "es la que me dirige, la que me ayuda y me apoya", afirma.