MURCIA 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 50,7 por ciento de los niños de entre seis y nueve años tiene normopeso en la Región de Murcia, frente al 25,1 por ciento que tiene sobrepeso y el 23,3 por ciento, obesidad infantil. En el conjunto del país esas cifras alcanzan el 54,1 por ciento, el 26,1 y el 19,1 por ciento, respectivamente.
Así se desprende del estudio Aladino, estudio de referencia en obesidad infantil en España elaborado por la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición en 2011, último año del que se conocen datos, que añade que del 54,1 por ciento de niños con normopeso en el país, el 57,2 por ciento son niñas frente al 51,1 por ciento de los niños.
En el caso del sobrepeso, del 26,1 por ciento de los niños de entre seis y nueve años con este problema, el 26,3 por ciento de estos son varones y el 25,9 por ciento féminas. Asimismo, del 23,3 por ciento de obesidad, el 22 por ciento son niños y el 16,2 por ciento niñas.
Teniendo en cuenta el nivel educativo de la madre, el 58,5 por ciento de las madres de niños de Primaria y Secundaria con normopeso tienen estudios universitarios, frente al 26,3 por ciento de los niños con sobrepeso y el 14,6 por ciento de obesidad. En el caso del nivel educativo de los padres, los porcentajes ascienden a 59,4, 25,5 y 14,7 por ciento, respectivamente.
Según el mismo estudio al que ha tenido acceso Europa Press, el 56,2 por ciento de los que tienen normopeso no disponen de esta tecnología en su dormitorio; sin embargo, más de la mitad de los niños con sobrepeso si que tienen ordenador personal, televisión, consola o DVD en su habitación.
Asimismo, señala que algo más del 47 por ciento de los niños con sobrepeso u obesidad come en casa los días de colegio frente al 43 por ciento que comen en el colegio.
En este sentido, jefe del servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública, Blas Marsilla, ha explicado que la obesidad "es la consecuencia patológica de un excesivo acumulo de grasa y constituye un importante problema sanitario debido a su elevada frecuencia y a su papel como factor de riesgo de múltiples patologías", ya sean dislipemias, diabetes 2, hipertensión arterial, artropatía degenerativa o síndrome de apnea del sueño.
Además, en la edad pediátrica "representa un riesgo de perpetuarse en época adulta y ejerce una influencia negativa en el desarrollo psicosocial del niño", ha manifestado en declaraciones a Europa Press.
Al respecto, ha recordado que la Consejería, dentro del Plan de Salud de la Región de Murcia 2005-2015, planteó potenciar la adopción de patrones dietéticos que desarrollaran hábitos de alimentación sana y equilibrada, incidiendo en el beneficio de la dieta mediterránea.
Para la consecución de estos objetivos, el Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis, incluyó dentro de su Programa de Control Oficial Sanitario de Alimentos y Zoonosis, el establecimiento de medidas específicas para la implantación de una alimentación equilibrada en los comedores escolares.
Así, diseñó un protocolo de inspección específico para comedores escolares, con la realización de dos visitas de inspección por curso escolar (al inicio y al final), y en cada uno de los centros que presten el servicio de comedor, "con objeto de realizar un primer análisis de situación, utilizando el protocolo de inspección específico diseñado para comedores escolares".
También para verificar, a través de estas visitas, la implantación de los Sistemas de Autocontrol, relativo a las normas de higiene de los productos alimenticios, comprobando a su vez las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones, así como las prácticas de manipulación.
La realización como mínimo una toma de muestras por comedor y curso escolar, como parte de la verificación de los sistemas de autocontrol y estudiar y valorar desde el punto de vista nutricional las planificaciones de los menús de aquellos centros que las apliquen, y que sean aportadas durante las inspecciones, "con objeto de recomendar las variaciones necesarias para que estas respondan al modelo de dieta sana y equilibrada".
A esto se unió hace unos años que la Consejería prohibió en las aulas las máquinas expendedoras y de las cantinas la bollería industrial, las golosinas, los 'snack' o aperitivos y los refrescos. azucarados.