MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
A finales de 2014 había en el mundo unos 36,9 millones de personas infectadas por el VIH, según alerta un informe publicado este martes por ONUSIDA, donde pide un mayor esfuerzo para instaurar programas de prevención y tratamiento, ya que estima que solo 15,8 millones de personas están actualmente recibiéndolo.
No obstante, este dato es positivo si se observa que es el doble de pacientes que hace cinco años (7,5 millones en 2010) y supera ampliamente los 2,2 millones que eran tratados en 2005. Por este motivo, en vísperas del Día Mundial del Sida 2015, las organizaciones internacionales llaman a los países a adoptar la Estrategia de Respuesta Rápida de ONUSIDA para volver a duplicar el número de personas en tratamiento contra el VIH en 2020.
Según el informe, los países están adaptando la Respuesta Rápida para acabar con el sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. "Al adaptarse a un entorno global cambiante y potenciando las innovaciones, los países están logrando una mayor eficiencia y mejores resultados", señala el documento.
Así, ONUSIDA estima que a finales de 2014 las nuevas infecciones por el VIH habían disminuido en un 35 por ciento desde el máximo del año 2000 y las muertes relacionadas con el sida se redujeron en un 42 por ciento desde el máximo de 2004.
"Cada cinco años hemos aumentado en más del doble el número de personas en tratamiento. Ahora tenemos que hacer lo propio solo una vez más para detener la epidemia de sida y evitar que repunte", ha explicado Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, quien afirma que "hoy tenemos más opciones de prevención del VIH que nunca antes".
Aumentar el número de tratamientos tendrá un papel decisivo en el logro del objetivo de tratamiento 90-90-90 de ONUSIDA, que busca asegurar que el 90 por ciento de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90 por ciento de las personas que saben que tienen la infección estén en tratamiento, y la supresión de la carga viral del 90 por ciento de quienes están en tratamiento.
Considerando que el sida es una amenaza para la salud pública, se necesita una respuesta acelerada y más centrada, que use mejores datos para mapear y llegar a las personas en los lugares donde se producen más nuevas infecciones por el VIH. En el informe, que reúne ejemplos de más de 50 comunidades, ciudades y países que están utilizando enfoques innovadores, apoya la redistribución de los recursos para mejorar el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH.
"Todo el mundo tiene derecho a una vida larga y saludable. Tenemos que llevar los servicios relacionados con el VIH a las personas más afectadas, y hacer que esos servicios se presten en un ambiente seguro, sin discriminación y que respecte la dignidad de las personas", ha destacado Sidibé en su intervención.
PRINCIPALES INICIATIVAS FUTURAS
En el informe, ONUSIDA identifica 35 países que han de adoptar la Respuesta Rápida, los cuales, juntos, suman el 90 por ciento de las nuevas infecciones por el VIH. Centrándose en la localización y la población y en los programas que ofrezcan el mayor impacto, se obtendrán grandes beneficios para el año 2030: se evitarán 21 millones de muertes relacionadas con el sida, 28 millones de infecciones por el VIH y 5,9 de infecciones en niños hasta el año 2030.
Para atajar la infección el informe apuesta por una respuesta rápida y una inversión inicial importante en estos países, con estas medidas "las brechas se cierran más rápido y los recursos llegan más lejos", además entiende que con esta medidas "las necesidades anuales de recursos empezarán a disminuir a partir del 2020".
El informe destaca programas de prevención y tratamiento del VIH de gran impacto a ejemplo de la profilaxis previa a la exposición, la circuncisión masculina médica voluntaria y los servicios de salud sexual y reproductiva. Estos se están aplicando con éxito en varios lugares y para poblaciones diversas, como las adolescentes y mujeres jóvenes y sus parejas, las mujeres embarazadas que viven con VIH, las trabajadoras sexuales, los transexuales, los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los usuarios de drogas intravenosas.
Un ejemplo es el trabajo que realiza, desde julio de 2014, la organización comunitaria Colectivo Amigos Contra el Sida (CAS) proporciona servicios integrales de VIH en la Ciudad de Guatemala, divulgados mediante redes sociales y aplicaciones de citas gais. Los servicios se proporcionan en actividades de difusión en lugares de reunión populares, como parques, zonas peatonales, saunas y discotecas.
Estos esfuerzos han aumentado el alcance de los servicios de prevención del VIH en un 61 por ciento, y el número de personas que se han hecho la prueba ha aumentado en un 32 por ciento. Sin embargo, el mapa muestra que la cobertura de los servicios sigue siendo muy baja en muchos puntos de la ciudad.