MADRID 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Hasta el 35 por ciento de las personas mayores que viven en sus domicilios y toman fármacos sufren alguna reacción adversa, señala el doctor Alfonso Cruz Jentoft, geriatra del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, quien asegura que uno de cada tres ingresos en los hospitales de las personas mayores de 65 años se deben, al menos en parte, a esta causa.
De esta manera, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, (SEGG) ha recordado que el riesgo de sufrir reacciones adversas a los medicamentos aumenta con la edad como consecuencia, entre otras cuestiones, de la suma de enfermedades.
Además, ha señalado que la mayoría de los fármacos no han sido estudiados adecuadamente en las personas mayores. En este sentido, existe una iniciativa europea para aumentar la participación de los mayores en los ensayos clínicos y un grupo de expertos en medicinas en geriatría de la Unión Europea para mejorar la calidad de la información disponible sobre el uso de fármacos en las personas mayores.
Desde la SEGG afirman que existe un cinco por ciento de posibilidades de que la persona padezca una reacción adversa cuando se consume un solo fármaco y casi el cien por cien de posibilidades, cuando se toman más de diez.
MEJORAR LA PRESCRIPCIÓN
Por otro lado, Cruz Jentoft, ha considerado que la prescripción inapropiada de fármacos en la población geriátrica es "una cuestión de salud pública". "Un fármaco se considerada adecuado o apropiado cuando presenta una evidencia clara que apoya su uso en una indicación determinada, es bien tolerado en la mayoría de los pacientes y es coste-efectivo", ha precisado.
Asimismo, este experto ha alabado la figura del geriatra y ha señalado que su atención "reduce el riesgo de sufrir reacciones adversas". A su juicio, este profesional sanitario, gracias a su visión integral, es capaz de coordinar y reducir la medicación, por lo que hace una prescripción más segura para el paciente.
En general, la SEGG ha aconsejado tomar fármacos que se prescriban siguiendo "cuidadosamente" las instrucciones, preguntar al médico o al farmacéutico dudas sobre cómo usarlos y advertir de inmediato cualquier cambio en la salud que pueda estar relacionado con los fármacos.