Unos 35 equipos quirúrgicos operaron durante toda la noche tras los atentados de París

Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2015 14:53

MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

Unos 35 equipos quirúrgicos de 10 hospitales de todo París atendieron a los heridos más graves de los atentados terroristas ocurridos el pasado viernes 13 de noviembre, según ha mostrado un informe publicado en la revista 'The Lancet' que edita Elsevier.

En el trabajo, los médicos elogian la eficacia del plan de crisis en París, que permitió que las víctimas, la mayoría menores de 40 años, fueran enviadas a los hospitales adecuados en toda la región, que evitó que el dispositivo se saturase y que hizo que hubiera sido posible incluso atender a más heridos si se hubiesen producido más ataques yihadistas.

Los ataques comenzaron a las 21.30 y a las 21.40 se movilizaron los servicios médicos de emergencia (SAMU) y se puso en marcha la célula de crisis en la Assistance Publique-Hôpitaux de Paris (APHP). En este sentido, el informe destaca que la célula de crisis de la APHP es capaz de coordinar 40 hospitales, con un total de 100.000 profesionales sanitarios, una capacidad de 22.000 camas, y 200 salas de operaciones.

Asimismo, y tras confirmar que se habían producido múltiples ataques, a las 22.34 horas se activó, por primera vez desde su creación, el 'Plan Blanco' que prevé la movilización de todos los hospitales, la llamada a todo el personal y la liberación de camas para hacer frente a una gran afluencia de heridos. "En ningún momento durante la emergencia hubo falta de personal", refleja el trabajo.

De hecho, cuando se creyó que podría ser necesario para hacer frente a más heridos graves, otros hospitales de la zona se pusieron en alerta, junto con algunos hospitales universitarios, más distantes de París, pero con capacidad de movilizar a diez helicópteros. Estos hospitales de reserva no se utilizaron y, a pesar del número sin precedentes de heridos, los servicios disponibles estuvieron siempre lejos de verse saturados.

También se creó también un centro de apoyo psicológico con 35 psiquiatras, junto con psicólogos, enfermeras y voluntarios, que se reunieron en un hospital del centro de París, el Hôtel Dieu. La mayoría de ellos contaban con la experiencia de haber desempeñado un papel similar durante el ataque contra la revista Charlie Hebdo.

LOS MÉDICOS DE URGENCIAS

La clasificación de los heridos y la atención prehospitalaria fueron las tareas del SAMU. Así, tras los primeros ataques, el equipo de crisis del SAMU comenzó a enviar personal médico a los lugares de emergencia. En concreto, 45 equipos médicos de SAMU se dividieron entre los lugares de los atentados y 15 se mantuvieron en reserva en previsión de posteriores ataques.

Dado que las heridas eran principalmente de bala, la estrategia aplicada fue de control de daños prehospitalaria para permitir practicar cirugía hemostática lo más rápido posible. No obstante, cuatro de cada cinco personas que recibieron disparos en la cabeza o el tórax murieron.

Ahora bien, en las heridas no letales, el primer tratamiento consiste en mantener la presión arterial en el nivel más bajo asegurando la conciencia (presión arterial media de 60mm Hg) con torniquetes, vasoconstrictores, agentes antifibrinolíticos, y la prevención del descenso de la temperatura corporal. La demanda de torniquetes era tan alta que la casi totalidad de los miembros de los equipos móviles llegaron a los hospitales sin sus cinturones.

POR LA MAÑANA HUBO UN SIMULACRO DE TIROTEO MÚLTIPLE

Después del tratamiento inicial los heridos fueron trasladados a los centros de trauma y hospitales más cercanos. Además, y "por una increíble casualidad", en la mañana del día de los ataques, SAMU y bomberos participaron en un ejercicio de simulación en caso de un tiroteo múltiple en París. De hecho, por la noche algunos de ellos creyeron que era otro ejercicio de simulación.

Por otra parte, el informe muestra que el Hospital Pitié-Salpêtrière fue uno de los cinco centros de trauma de nivel uno involucrados en el dispositivo.

"Los recursos disponibles siempre superaron a los necesarios. Hay varios factores que pueden haber contribuido a estos resultados favorables. En primer lugar, los heridos llegaron muy rápidamente, en pequeños grupos de cuatro o cinco. Se organizó una selección rápida en la entrada de la sala de urgencias. Cada paciente de emergencia absoluta fue atendido por un equipo dedicado de trauma (anestesiólogo, cirujano, compañero, enfermera), que decide si debe enviar al paciente a un quirófano preparado con un equipo operativo de cirujanos superiores, anestesiólogo, enfermera anestesista y enfermera de quirófano", detalla el trabajo.

Otro elemento clave fue la "excelente cooperación" de todo el personal bajo la supervisión de dos líderes en la unidad de trauma y un líder de asignación de las salas de operaciones, que no participaron directamente en el cuidado de los pacientes y que mantuvieron una comunicación permanente entre sí, cotejando regularmente la información relativa a todos los pacientes heridos.

"También fue clave que dadas las dramáticas características de los atentados, todo el personal quería dar lo mejor de sí para ayudar a las víctimas. ¡Y lo hicieron! Sólo nueve horas después de los ataques, pudieron reducir el número de quirófanos a seis y enviar de vuelta a casa a los miembros del personal más agotados. En 24 horas, se habían llevado a cabo todas las cirugías de emergencia (absolutas y relativas) y el hospital estaba casi listo para hacer frente a otro posible ataque", señala el informe.

Asimismo, en el Hospital Lariboisière, uno de los centros ortopédicos de la APHP, la llegada espontánea de médicos enfermeras y personal sanitario permitió abrir dos quirófanos para cirugía ortopédica, uno para neurocirugía, uno para oído, nariz y cirugía de garganta, y dos para cirugía abdominal. Los primeros pacientes más gravemente heridos fueron operados en menos de media hora de la admisión.

La clasificación de los pacientes posteriores se hizo junto a las salas de operaciones para los pacientes más graves y en el servicio de urgencias para los pacientes menos graves. Durante la primera noche se realizaron operaciones de forma continua. Al día siguiente el equipo de cirugía ortopédica fue ayudado de manera espontánea por otros dos equipos y continuaron operando durante todo el día. El domingo 15 de noviembre, pudieron reanudarse los servicios habituales.

El lunes 16 de noviembre, cuando el personal médico revisó lo que había hecho durante el fin de semana, se observó que todos los pacientes menos uno eran menores de 40 años. Todos los pacientes habían recibido heridas por arma de fuego y todas las fracturas de las extremidades superiores habían sido tratadas con fijación externa debido a la naturaleza abierta de las fracturas y la extensa pérdida de masa ósea.

Los psiquiatras fueron involucrados en el tratamiento y estuvieron en contacto con todos los pacientes durante este primer momento para evaluar el trastorno de estrés agudo y comenzar el seguimiento del potencial estrés post-traumático.

Por último, el trabajo señala que la cadena de suministro de material estéril fue "redimensionada" para permitir un trabajo fluido y el personal administrativo apoyó la labor médica y la búsqueda de soluciones logísticas como, por ejemplo, el registro de pacientes o la búsqueda de camas libres.