En España se hacen 970.000 resonancias magnéticas de columna al año y 680.000 son "inútiles y peligrosas" para el paciente
MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 30 por ciento del dinero que se invierte a nivel global en nuevas tecnologías sanitarias se malgasta porque médicos, autoridades y gestores apuestan por comprar aparatos innovadores "sin valor real" o de los que realizan un mal uso.
Esta es la denuncia del presidente de la Fundación Kovacs, el doctor Francisco M. Kovacs, quien ha presentado este jueves en Madrid la jornada científica 'La adopción de las innovaciones sanitarias: análisis crítico y recomendaciones'.
Según Kovacs, el gasto sanitario aumenta "entre dos y cuatro veces más que la inflación" cada año y el principal motivo es la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias, área que acapara la mitad del aumento de este gasto.
Sin embargo, en lugar de reportar beneficios, con frecuencia comprar estas nuevas tecnologías no sólo encarece innecesariamente el servicio, además perjudica al paciente, al que en casi uno de cada tres casos se somete a intervenciones inútiles, como angioplastias, cesáreas o prótesis de rodilla o cadera.
En el caso de compra de tecnologías ineficaces, este experto cita el caso de Canarias, donde "se está gastando cada año 2,5 millones de euros en tecnologías de rehabilitación demostradamente inútiles, para el tratamiento del dolor de cuello y lumbar".
En relación con el mal uso de algunas tecnologías, apunta el abuso de la resonancia magnética que se realiza en España, donde cada año se hacen 970.000 sólo por columna lumbar. "Dos tercios de ellas --unas 680.000-- no deberían hacerse por ser inútiles y contraproducentes para el paciente", asegura.
Sobre las incorporaciones útiles que se quedan fuera, señala el caso de la neuroreflejoterapia, que ahorra cada año "tres millones de euros por cada millón de habitantes cubiertos". "Ahora sólo están cubiertos 2,5 millones de españoles y estamos dejando de ahorrar al año 130 millones de euros", afirma.
A su juicio, la sanidad española "no merece un euro más hasta que no demuestre que realiza un uso racional de lo que ya tiene". Para ello, dice, se necesita una 'hoja de ruta' hacia la mejora del sistema de evaluación de estas nuevas tecnologías que permita "abrir la puerta del sistema sólo a las mejores".
LO INNECESARIO DE 'DA VINCI'
En este sentido se ha manifestado la presidenta de la Sociedad Internacional de Evaluación de Tecnología Sanitaria (HTAi, siglas en inglés), Laura Sampietro-Colom, para quien otro ejemplo de innovación innecesaria es el robot quirúrgico comercializado por Intuitive Surgical como robot 'Da Vinci'.
"Este robot pone a los malos cirujanos al nivel de los buenos y esto es positivo para el paciente, pero supone un gasto de más de un millón de euros para su compra y de 150.000 euros anuales de mantenimiento", apunta.
En este sentido, destaca que Cataluña tiene tres de estos robots y que esta inversión resulta "ineficiente frente al beneficio de un buen cirujano".
Sampietro-Colom señala que, en España, hay una ley que dice que toda tecnología sanitaria debe ser evaluada antes de su incorporación en el sistema. Sin embargo, su incumplimiento está generando "inequidades y falta de eficiencia".
No se trata de que la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, dependiente del Instituto Carlos III y por tanto del Ministerio de Ciencia, esté haciendo mal su trabajo. Tampoco le hecha la culpa a la descentralización, bajo cuya sombra han aparecido seis agencias de evaluación autonómicas.
A su entender, se trata de "potenciar y mejorar" el trabajo de las agencias que existen y realizar "un esfuerzo para crear una masa crítica" y una "cultura de la evaluación" en el SNS.