Entre un 30 y un 40 por ciento de los diagnósticos de cáncer de próstata "son innecesarios"

Actualizado: lunes, 23 abril 2012 15:46

MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

Entre un 30 y un 40 por ciento de los diagnósticos de cáncer de próstata "son innecesarios", según ha explicado el coordinador del Grupo de Uro Oncología de la Asociación Española de Urología (AEU), el doctor Bernardino Miñana, durante el I Foro integral sobre Cáncer de Próstata celebrado hace unos días en Murcia.

Para el experto, evitar estos diagnósticos en pacientes con bajo riesgo de desarrollar síntomas, "es el reto para no comprometer la calidad de vida del enfermo". Por ello, defiende "una vigilancia activa en estos pacientes con bajo riesgo de fallecer".

Según los datos del Registro Nacional de Cáncer, en España se diagnostican más de 20.000 casos de cáncer de próstata al año, y además el cribado selectivo "ha conseguido disminuir la mortalidad por este tumor", explican desde la AEU. Sin embargo, "muchos pacientes están siendo sobre tratados", incide Miñana.

Las pruebas a las que los hombres se someten para detectar un posible tumor en la zona prostática consisten en un tacto rectal y la determinación del antígeno prostático en sangre a través de un sencillo análisis de la misma. Éstas se realizan periódicamente para reducir las cifras de un cáncer que "tiene una incidencia similar al de mama en la mujer", explican los especialistas.

Para el presidente de la AEU, el doctor Humberto Villavicencio, "es clave racionalizar recursos para mantener la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud". Sin embargo, considera que esto "va a afectar especialmente a una patología como el tumor de próstata, que supone un peso importante para el sistema".

Según el criterio de Miñana, la mayoría de los casos de cáncer de próstata "se diagnostican en varones de uno 70 años", por lo que se han advertido tumores muy localizados y de una evolución tan lenta que "no hubiera merecido la pena detectarlos". Por ello, los expertos manifiestan que lo más razonable es "no recomendar ningún tratamiento si la esperanza de vida es inferior a diez años".