MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por la Fundación ECO (Excelencia y Calidad de la Oncología) ha concluido que uno de cada cuatro pacientes con cáncer no cumple con los tratamientos para paliar el dolor irruptivo oncológico, un dolor intenso, de rápida aparición y corta duración, que altera su calidad de vida al originar trastornos psicológicos, efectos sobre el estado de ánimo, como ansiedad y depresión, e influir en el sueño.
El estudio, 'Onco-Adhiérete', presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica, celebrado en Madrid, revela que más de la mitad de los oncólogos encuestados apuntan que entre el 25 y el 50 por ciento de sus pacientes no sigue las instrucciones de prescripción ni tampoco los tiempos de administración recomendados para estos fármacos.
La falta de adherencia provoca, según los oncólogos, una pérdida de calidad de vida en el 87,5 por ciento de los casos, y un mal pronóstico de la enfermedad y deterioro de las relaciones familiares y sociales como consecuencias secudarias.
Los factores no farmacológicos que obstaculizan la adherencia terapéutica en los pacientes "son el sentimiento autopercibido de que no necesitan tratamiento, la falta de apoyo familiar, así como la ausencia de conciencia de que se trata de una enfermedad", ha explicado el jefe del servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, el doctor Rafael López.
Pueden citarse, asimismo, la ineficacia percibida del tratamiento, en el 37,5 por ciento de los casos, según la encuesta; la preocupación por los posibles efectos adversos, en un 32,3 por ciento; y las pautas terapéuticas complicadas, en el 15,6 por ciento de los casos.
"Los oncólogos debemos mejorar la adherencia al tratamiento del dolor irruptivo crónico desarrollando estrategias dirigidas a la educación al paciente y sus familiares sobre el manejo del dolor, mejorando las pautas de administración y los efectos adversos y la comunicación entre médicos y pacientes", ha resumido el doctor López.