MADRID 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 25 por ciento de las mujeres mayores de 40 años sufre problemas de incontinencia urinaria producidos por la debilitación del suelo pélvico, aunque, según los expertos, este porcentaje puede ser mayor debido a que muchas mujeres ocultan este problema por "temor" al rechazo social.
Y es que, el embarazo, el parto, la menopausia, los cambios hormonales, las cirugías en la zona de la pelvis, el sobrepeso o, incluso, la realización de determinados ejercicios provocan un debilitamiento de los músculos que sujetan la vejiga, el útero y el recto.
"Los embarazos y partos, incluso aquellos que se producen por cesárea, constituyen el principal motivo de debilitamiento del suelo pélvico, debido al cambio hormonal, la mayor presión abdominal o incluso a posibles traumatismos producidos en el parto", ha explicado el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Sanitas La Zarzuela, Ignacio Cristóbal.
Por este motivo, Sanitas Hospitales ha puesto en marcha un programa de fisioterapia especializado en prevenir y tratar las patologías del suelo pélvico como incontinencia urinaria, disfunción sexual o prolapso de órganos internos, dado que la calidad de vida de las personas que sufren este tipo de patologías puede verse seriamente afectada.
"Influye en el nivel de autoestima de la persona y puede llegar a desencadenar incluso procesos depresivos", ha señalado la doctora jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Sanitas La Zarzuela, Ana Luisa López Morón.
En este sentido, Sanitas Hospitales va a diseñar para cada paciente un plan personalizado aprovechando todos los recursos y técnicas que abarca la fisioterapia uroginecológica y que aborda desde ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico a técnicas como el 'biofeedback' o la electroestimulación para la potenciación pasiva del músculo y la terapia manual intravaginal.
Además, Sanitas ha recomendado realizar una serie de ejercicios para el mantenimiento de una correcta salud del suelo pélvico como, por ejemplo, contraer el suelo pélvico antes de aumentar la presión en el abdomen --al estornudar, reír, toser, saltar o cargar peso--; hidratarse bebiendo al menos dos litros de agua al día; seguir una dieta equilibrada; y acudir al baño siempre que se necesite, no aplazando estos momentos porque perjudica los reflejos naturales pudiendo derivar en patologías más importantes.
Asimismo, contraer el periné durante 3-5 segundos tirando de los músculos hacia arriba manteniendo un respiración suave y profunda, relajar posteriormente durante 6-10 segundos y apretar y relajar los músculos tan rápidamente como se pueda durante unos 2 ó 3 minutos, son otras de las técnicas que ayudan a mantener el correcto estado el suelo pélvico.