SANTA CRUZ DE TENERIFE 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Entre un 20 y un 25 por ciento de las intervenciones quirúrgicas que efectúan los profesionales del servicio de Urología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) se deben a operaciones de cáncer vesical.
Según una nota de la Consejería de Sanidad, este servicio realiza al año una media de 1.000 operaciones en los quirófanos del centro hospitalario, de las que unas 250 tienen que ver con el cáncer de vejiga, un tumor ligado directamente al consumo de tabaco, detectado entre los 50 y los 70 años de edad y con mayor frecuencia en mujeres.
La cirugía mínimamente invasiva se ha desarrollado en los últimos años en el campo de la urología, un tipo de técnica quirúrgica que, frente a la cirugía abierta, produce un menor daño postoperatorio y sangrado, mejor cicatrización y una estancia reducida de hospitalización, además de evitar secuelas estéticas.
Sobre éstas y otras cuestiones trabajan estos días expertos de toda Canarias en la IV Jornada de Laparoscopia Urológica Avanzada, una cita científica organizada anualmente por el servicio de Urología de La Candelaria con el objeto de reforzar el nivel de perfeccionamiento quirúrgico que ya se alcanza en las islas.
El doctor Jesús Monllor, jefe de servicio de Urología del HUNSC y organizador de este encuentro, recalca que "se repite el formato del evento, donde se ofrece un curso teórico previo a la retransmisión de cirugías en directo en el salón de sesiones del servicio, en el que participa una personalidad destacada del campo de la cirugía".
En esta ocasión, se cuenta con la presencia del doctor Octavio Castillo, jefe del centro de cirugía robótica de la clínica Indisa (Chile), quien guiará durante la jornada una cistectomía radical (por cáncer de vejiga infiltrante) aportando pautas y consejos en vivo a los asistentes durante la retransmisión de esta operación en circuito cerrado a una veintena de urólogos.
La cirugía laparoscópica es un tipo de técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se realiza a través de pequeñas incisiones en la pared del abdomen que no suelen superar los dos centímetros de longitud, frente a la cirugía tradicional abierta.
Por estas aperturas se introducen una pequeña cámara de vídeo y el instrumental quirúrgico con el que efectuar la operación, de manera que a través de un monitor, el cirujano puede ver de forma amplificada las imágenes que registra esta cámara de los órganos y actuar en ellos desde el exterior.