MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Entre el 20 por ciento y el 50 por ciento de los pacientes
que fallecen bajo la atención de profesionales sanitarios de las Unidades de Cuidados Paliativos en España precisa sedación paliativa, independientemente del lugar en dónde tenga lugar la atención, según ha puesto de manifiesto en el 42 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) - 37 Congreso de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (SOGAMI).
Concretamente, esta conclusión pertenece a la sesión '"Envejecimiento y Pluripatología: la mirada paliativa. Dificultad de toma de decisiones bajo incertidumbre pronóstica', en la que también se han abordado aspectos como la limitación del esfuerzo terapéutico, así como la necesidad de realizar una planificación anticipada de los cuidados y de ir adecuando las medidas a la supervivencia presumible del paciente o los aspectos clínicos, sociales o espirituales a tener en cuenta al brindar este tipo de atención.
La reunión ha contado con la participación de la doctora Cristina Vicente Martín, de la Unidad de Cuidados Paliativos del Servicio de Medicina Interna del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid) y será moderada por la doctora Susana Plaza, coordinadora del Grupo de Cuidados Paliativos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y jefa de Sección de Medicina Interna del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y Responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos de dicho hospital.
"Los cuidados paliativos deben entenderse bajo un enfoque de atención integral al paciente desde el momento del diagnóstico de una enfermedad en la que no haya posibilidad de curación y con una visión actual, proactiva y rehabilitadora. El objetivo es el de alcanzar el mayor bienestar y calidad de vida posible para el
paciente y su familia", ha manifestado Susana Plaza.
Los cuidados paliativos, según indica SEMI, son una atención que incluye tratamientos activos y complementarios del tratamiento de la enfermedad de base y requiere conocimientos específicos que incluyen control del dolor, alivio de síntomas, cuidados específicos en distintas enfermedades, apoyo espiritual, habilidades de comunicación, ayuda social, actividades recreativas o fisioterapia.
"La sedación paliativa puede ser el tratamiento final de estas enfermedades, cuando los síntomas que presentan los pacientes son refractarios a los tratamientos empleados y representan una gran carga de sufrimiento", ha añadido Plaza.
Por su parte, la doctora Vicente ha mantenido que en el 2030 se espera que el número anual de muertes en el mundo aumente de 58 a 74 millones, por causas relacionadas con fallo orgánico y fragilidad cognitiva y física. "Entre el uno por ciento y el tres por ciento de los pacientes con enfermedades crónicos estarían en un estado avanzando de la enfermedad y complejidad clínica. Se sabe que estas enfermedades ocasionan una carga sintomática y empobrecimiento de la calidad de vida de forma similar a la de los pacientes oncológicos en fase final", ha comentado.
Según Plaza, los cuidados paliativos comenzaron a ser usados únicamente para pacientes oncológicos con gran carga sintómatica (dolor, disnea, delirio, agonía) pero "poco a poco se hizo evidente que muchos pacientes con patologías no oncológicas también tenían muy limitada su esperanza de vida" y también padecían síntomas con carga de sufrimiento.
Por lo tanto, se empezaron a desarrollar programas de Cuidados Paliativos a pacientes no oncológicos con Insuficiencia Renal Crónica, Insuficiencia Cardiaca, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o Enfermedades degenerativas neurológicas (ELA, demencia), entre muchas otras. "Todas estas patologías son manejadas habitualmente en los Servicios de Medicina Interna y, sobre todo en casos de enfermedad avanzada y al final de la vida, es de la plena competencia del internista tener conocimientos en este tipo de cuidados", ha asegurado Plaza.