El 15% de los ancianos sufre depresión y sólo uno de cada cuatro recibe tratamiento, según un estudio

Actualizado: viernes, 13 marzo 2009 18:57

MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 15 por ciento de los ancianos sufre depresión y sólo uno de cada cuatro recibe tratamiento, según señala el médico del Servicio de Geriatría del Hospital Torrecárdenas de Almería, el doctor Humberto Kessel Sardiñas, que coordinará el curso de formación en patología neuropsico-geriátrica para residentes en geriatría, puesto en marcha por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y Lundbeck.

Al menos, entre el 10 y el 45 por ciento de los mayores de 65 años presentan síntomas depresivos en algún momento de su vida. Asimismo, suelen producirse trastornos del ánimo como tristeza, melancolía y baja autoestima, además de otros trastornos adaptativos con ánimo deprimido o depresivo-ansioso.

Los factores desencadenantes de trastornos de ánimo en la población anciana son variados y variables. "Pueden ser desde efectos adversos provocados por fármacos, hasta circunstancias del micromedio y el entorno social, pasando por patologías crónicas y síntomas no controlados, sensación de "inutilidad" o discapacidad, entre otros", afirma Kessel.

La incidencia de la depresión y el trastorno de ansiedad generalizada están, por tanto, en ocasiones provocadas por otras dolencias crónicas. Normalmente, apunta el experto, los ancianos padecen más enfermedades crónicas discapacitantes, algunas de ellas como las neurológicas alteran las vías neuro-químicas y los neurotransmisores cerebrales al igual que otras alteran los ejes neuroendocrinos pudiendo actuar como causa de la depresión.

Además, advierte de que la comorbilidad depresiva es elevada en situaciones clínicas particulares como la enfermedad de Parkinson, el ictus, las cardiopatías, las enfermedades endocrinológicas y las neoplasias. Asimismo, explica el coordinador del curso, "la depresión puede estar relacionada con el mal control del dolor, y con la discapacidad física o mental".

TRATAMIENTOS INDIVIDUALIZADOS

En cuanto al tratamiento, los especialistas coinciden en la necesidad de individualizarlo y de compaginar los fármacos con la psicoterapia y el apoyo familiar. Al respecto, Kessel afirma que "hay que buscar los factores desencadenantes, descartar causas orgánicas y tener en cuenta la comorbilidad, y la medicación que se utilice para otras patologías"

Asimismo, aboga por delimitar si existe un episodio depresivo en regresión, una forma psicótica o si hay riesgo de suicidio. En lo que se refiere a los psicofármacos, conviene descartar aquellos que posean efectos anticolinérgicos, o cardiotónicos. Además, recomienda el tratamiento con psicoterapia y el apoyo familiar.

Por otra parte, Kessel destaca las desigualdades en el acceso a la asistencia geriátrica que existe en España. En este sentido, recuerda que el creciente envejecimiento de la población y la necesidad de profesionales para cubrir la atención a los ancianos hacen de la formación en geriatría un aspecto clave para afrontar el presente y el futuro.

"La avalancha de ancianos ha sorprendido a casi todos los países desarrollados. En España existen notorias diferencias entre comunidades autónomas, desde las que cuentan con servicios estructurados, y programas orientados al anciano, hasta las que no incluyen la Geriatría en sus carteras de servicio. A la larga esas diferencias generarán, y ya están generando, problemas y por supuesto desigualdad en el acceso a una asistencia especializada específica", afirma.