MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha dado un nuevo impulso al plan de humanización del Centro Materno-Infantil con el inicio de un pionero programa de acompañamiento en el parto por cesárea, al permitir la presencia dentro del quirófano del padre o cualquier otra persona que la mujer determine durante la realización de este procedimiento quirúrgico.
El plan, desarrollado conjuntamente por los profesionales de Obstetricia y Ginecología, Neonatología y Anestesiología, Paritorio y Enfermería, incluye también la posibilidad de que las futuras madres den a luz en una de siete posturas diferentes, siempre que su salud y la del niño lo permitan y el periodo expulsivo en el que se produce el nacimiento del bebé progrese con normalidad.
En el caso de la cesárea, además de la posibilidad de acompañamiento -que se hace en algunos de los casos programados-, el plan prevé que, tras la extracción fetal y su posterior reconocimiento, el padre se implique en los cuidados del bebé, ayudando a los profesionales de enfermería en su limpieza y posterior arroyo térmico para mantener una temperatura adecuada.
Es el propio progenitor quien se encarga de colocar en el pecho de la madre al niño durante este procedimiento quirúrgico, para que se produzca el primer contacto piel con piel y comience la lactancia materna, retrasando todas las exploraciones rutinarias, tal y como recoge la evidencia científica actual. Posteriormente, los tres se trasladan a la Unidad de Reanimación, supervisados por algunos de los profesionales que han participado en la cesárea.
El plan también incluye otras novedades relacionadas con el parto natural, como que las mujeres puedan elegir dar a luz en una de siete posturas diferentes, gracias a las nuevas camas obstétricas articuladas instaladas en los paritorios.
Con esta iniciativa, son muy pocas las pacientes que actualmente eligen ya dar a luz en la posición tradicional de litotomía o tumbadas, ya que existe la opción de hacerlo parcialmente sentada, sentada, sentada con apoyo de pies situados a diferentes alturas, sentada agarrada a un dispositivo con forma de arco, en cuclillas o de lado. Esta iniciativa ofrece además la posibilidad de decidir si se desea o no anestesia epidural, rasurado, enemas o monitorización externa de la frecuencia cardiaca fetal y de las contracciones (dinámica uterina) .Esto último permite a la embarazada no depender físicamente del cardiotocógrafo antes del parto y caminar o adoptar la postura que desee en el caso de que esté acostada. Solamente en los casos clínicamente necesarios se utiliza la monitorización interna.
El proyecto es consecuencia de la aplicación de una normativa estatal de 2007 y también de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la Federación de Asociaciones de Matronas de España y el Observatorio de la Mujer, que abogan por la atención natural al parto en las maternidades de los hospitales públicos, debido al elevado número de cesáreas registradas en los últimos años.
HOSPITAL PIONERO
El Hospital 12 de Octubre es pionero en la adopción de medidas de humanización del parto, ya que desde la apertura del Centro Materno-Infantil en la década de los 80 se introdujeron iniciativas innovadoras, como permitir la presencia de un acompañante durante el parto -algo que en la actualidad es habitual, pero en aquel momento no estaba permitido-, así como otras que hacían más cómoda la estancia de la parturienta en las salas de dilatación y paritorio y permitían un parto más natural y con menos intervención técnica, como la de ambulación precoz y la telemetría.
Paralelamente al impulso que el Hospital 12 de Octubre ha dado al proyecto de humanización del parto y cesárea, el centro ha realizado recientemente una renovación integral de la zona de atención urgente obstétrico-ginecológica, para la que se ha destinado un presupuesto de 300.000 euros. La remodelación ha supuesto una renovación completa de espacios y mobiliario, con importantes mejoras desde el punto de vista funcional.
Así el número de boxes de exploración ha aumentado en uno -ahora existen cuatro- y también el número de puestos de observación -dos sillones o una cama, en función de las necesidades de las pacientes-. Además, se ha ampliado la sala de información a familiares.