MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Han pasado doce años desde los atentados del 11-M y son muchas las familias que tienen que revivir los sucesos de ese día por haber perdido a uno o varios seres queridos, por lo que el respeto a la singularidad de cada caso y la comunicación abierta se consideran clave para prevenir y aliviar el proceso de duelo al conmemorar la fecha, según ha explicado el equipo de psicólogas de la Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC).
Según las expertas, existen varios motivos para creer que en estas fechas pueden producirse reacciones traumáticas o reacciones de aniversario entre los familiares de las víctimas, "en primer lugar, porque al tratarse de una pérdida traumática, la reacción de duelo se agudiza y prolonga en el tiempo. Esto se debe a que, en la mayoría de ocasiones, el proceso de duelo se funde con un trastorno de estrés postraumático".
"En segundo lugar, en estas fechas se agudiza el duelo porque al haber movilizado a la sociedad entera, los numerosos actos conmemorativos, declaraciones y noticias que se publican estos días a menudo reabren el proceso e impiden al doliente llevar su propia agenda del dolor", han añadido.
Las psicólogas expertas en duelo de FMLC, Sara Losantos y Pilar Pastor, han elaborado un conjunto de recomendaciones para prevenir y aliviar las posibles reacciones de duelo que surjan durante estas fechas, centradas en respetar la individualidad de cada caso y en mantener una comunicación abierta con los afectados.
"En los días previos y posteriores al 11-M hay que reflexionar sobre las necesidad de los dolientes. Para ello es imprescindible no dar nada por sentado y tener en cuenta la individualidad de cada proceso", ha explicado Losantos. "Las repercusiones del atentado fueron distintas para cada una de las personas afectadas, de modo que cada proceso de duelo tendrá unas características diferenciadas. Esto exige mucho respeto por nuestra parte a las distintas reacciones que pueden darse en los dolientes y, sobre todo, mucha comunicación para averiguar qué es lo que necesita cada persona en cada momento", ha señalado la experta.
Pilar Pastor apuesta por "facilitar la comunicación de los dolientes, para que expresen a su entorno lo que necesitan. No todo sirve para todos, puede suceder que los homenajes resulten de ayuda para algunas personas y las reconforten, pero para otras no. Habrá quien necesite estar acompañado y hablar de lo que siente durante estos días, y habrá quien prefiera estar solo", ha explicado.
Además, ambas psicólogas insisten en la importancia que tiene que los medios de comunicación limiten en la medida de los posible la emisión de imágenes de la tragedia. "Esta emisión excesiva de imagenes relacionadas con el suceso puede reabrir el proceso de duelo o retraumatizar a quienes las vean. Limitar el alcance y contenido de las imágenes es la mejor manera de informar y dar apoyo a las víctimas de la tragedia", han subrayado.
EL DUELO INFANTIL
Muchos de los afectados por la pérdida de un ser querido en los atentados no llegaron a conocer a ese familiar que viajaba en uno de los trenes y, como ha explicado la psicóloga infanto-juvenil, Patricia Díaz, "es posible que el resto de sus familiares les hayan transmitido un recuerdo doloroso del fallecido y que el menor lo vea como un mártir, o como alguien que nos ha generado mucho dolor (y aún lo hace) y que quizá haya tenido una muerte injusta.
Ante esta situación, según la experta, "hay que tirar de recuerdos, fotografías, eventos y situaciones que puedan ayudar al niño a crearse una imagen de cómo era el fallecido, no solo transmitirle el drama de la pérdida, porque se quedará con un recuerdo muy pobre de la persona. Es importante rescatar el carácter de la persona para que el niño sepa realmente a quién tiene que recordar". Además, "sé que es difícil, pero es conveniente ceñirse a los hechos: la persona murió por las lesiones que sufrió en el atentado, evitemos decir 'murió' o 'fue víctima del 11-M', ya que hay muchos supervivientes del ataque".
También es importante hacer saber al menor que puede hacer preguntas sobre la persona fallecida. Como ha afirmado Díaz, "es conveniente explicarle que aquel suceso fue muy doloroso para nosotros, que era una muerte que no esperábamos y que, aunque todo el mundo muere, no es lo habitual que suceda de ese modo".
"Haciendo eso conseguiremos que el niño crezca sin temor a ir en tren y también permitiremos que pueda resolver las dudas que tenga con respecto a ese familiar. Podemos decirle que, aunque a nosotros nos entristezca es normal, y que no tema preguntarnos, porque recordar al fallecido no nos hace daño y pensamos que es el mejor modo de ayudar a que el niño tenga ese recuerdo real", ha señalado Díaz.
Respecto a los homenajes, "podemos preguntarle al niño si quiere asistir, ya que es un buen momento para que participe, si quiere, en un homenaje que nos sirva para recordar a las personas falelcidas. Puede homenajearla como quiera, con una carta, un collage, una poesía, etc.", ha comentado la psicóloga. "Es importante revisar cómo está el niño ahora, qué recuerdos tiene y, si es necesario, atender o darle un espacio para tratar ese duelo que, al ser mediático, le es recordado anualmente con homenajes que afectan a un gran número de ciudadanos", ha concluido la experta.