Del 'Yes we can' al 'Let's Move'

Reuters
Actualizado: miércoles, 10 febrero 2010 12:11

NUEVA YORK 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Michelle Obama ha emprendido su campaña contra la obesidad infantil, un problema de salud que ha sido calificado tanto por la primera dama de Estados Unidos como por los expertos sanitarios de "epidemia" en este país.

La campaña, denominada 'Let's Move' (A movernos), pretende implicar a las familias, las comunidades y los sectores público y privado en la lucha contra la obesidad infantil.

Entre sus objetivos concretos están incrementar el número de escuelas saludables; hacer que los niños sean más activos; mejorar el acceso a una alimentación sana y otorgar poderes a los consumidores. La campaña encabezada por la primera dama cuenta con el apoyo de personalidades políticas, expertos sanitarios, figuras del espectáculo y del deporte y empresas.

Por su parte, el presidente Barack Obama firmó un memorándum que establece una 'fuerza especial' integrada por distintas agencias federales para luchar contra la obesidad infantil, a la que se refirió como "una de las cuestiones de salud más urgentes a los que nos enfrentamos en este país".

"Creemos que esto supone una enorme promesa para mejorar la salud de nuestros hijos, para dar apoyo a los padres para que tomen el tipo de elecciones saludables que a menudo son muy difíciles", dijo Obama durante la firma del memorándum.

Según el memorándum, la 'fuerza especial', en la que estarán incluidos varios miembros del Gabinete, como los secretarios de Agricultura y Sanidad, entre otros, tendrá 90 días para aplicar un plan de coordinación entre las agencias federales y las entidades privadas y sin ánimo de lucro.

Para incrementar el número de escuelas saludables, la Administración Obama ha solicitado 10.000 millones de dólares en 10 años, a partir de 2011, para mejorar la calidad de las comidas en las escuelas, incluyendo más verduras, legumbres, fruta y alimentos bajos en grasas y en azúcar en los menús escolares.

Según la nueva política, los productores de alimentos deberán utilizar etiquetas fáciles de leer. Asimismo, con el fin de reducir el consumo de calorías, la asociación de fabricantes de refrescos estadounidense se ha comprometido voluntariamente a indicar en la parte frontal de los recipientes el valor calórico del contenido en el plazo de dos años.