VALENCIA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Menos del 50 por ciento de las mujeres con osteoporosis siguen de forma correcta las dosis de calcio y suplementos de vitamina D que les prescriben, a pesar de que maximizan los efectos del tratamiento contra esta enfermedad y de que contar con los niveles adecuados reduce el riego de fracturas hasta en un 30 por ciento en el caso de cadera, muñeca, antebrazo y columna, según se extrae del estudio CUPOS en el que han participado 900 mujeres posmenopáusicas en tratamiento contra la osteoporosis de 107 centros de salud y 185 médicos.
Estos datos fueron presentado hoy en rueda de prensa por los coordinadores de la Cumbre Española de la Vitamina D, José Manuel Quesada, y Esteban Jordán, el miembro del Grupo de Reumatología de la Sociedad Valenciana y Española de Medicina de Familia y Comunitaria, José Sanfélix, y el director de Salud Pública de la Generalitat valenciana, Manuel Escolano, con motivo de la Cumbre Española de la vitamina D, que se celebra en Valencia hasta el dos de junio.
Al respecto, el doctor Quesada recalcó que "ningún tratamiento contra la osteoporosis debe prescindir de la vitamina D" y apuntó al respecto que el 97 por ciento de los pacientes hospitalizados con fracturas por fragilidad presenta unos niveles inadecuados de esta vitamina, que resulta "fundamental para disminuir la pérdida de masa ósea asociada a esta enfermedad,,fortaleciendo la musculatura y evitando así las caídas que provocan las fracturas".
Sin embargo, en España un 64 por ciento de las pacientes en tratamiento de esta enfermedad continúa presentado niveles inadecuados de vitamina D, por encima del 54 por ciento de media de la Unión Europea, con la paradoja de que el sol es la fuente principal de esta vitamina para el organismo. "Se ha comprobado que los ciudadanos del Norte de Europa presentan niveles más elevados que en España", señaló.
En ese sentido, el doctor Jordán explicó que el miedo a las consecuencias de exposiciones prolongadas al sol hace que esta vía resulte "insuficiente" para obtener los niveles de vitamina D necesarios ya que un factor de protección superior a 8 actúa como "barrera". "No se trata de hacer una oda al cáncer de piel -señaló- sino de recomendar una exposición saludable y responsable durante 10 ó 15 minutos diarios a las horas menos nocivas".
Del mismo modo, explicó que la otra fuente principal de vitamina D, la dieta, tampoco aporta la cantidad diaria recomendada, entre 200 unidades para los adultos menores de 50 años, hasta las 600 para los mayores de 70, porque "conseguirla sólo por alimentos naturales sería prácticamente imposible". Por ello, recalcó que para asegurarse una ingesta correcta hay que tomar lácteos, zumos y cereales con suplementos de vitamina D "como se encuentran en los supermercados de los países nórdicos y de EEUU" o incluso mediante un suplemento farmacológico si lo receta el médico.
No obstante, subrayó que esto no quiere decir que se olvide la dieta mediterránea y advirtió al respecto de los peligros "impresionantes" que suponen los modelos alimenticios importados y en concreto el abuso de refrescos entre los jóvenes y su sustitución por un vaso de leche. "Los padres deben enseñar que el modelo correcto es tomar cuatro unidades de leche al día", puntualizó.
Además, informó de que estudios recientes constatan que el déficit de calcio y vitamina D se relaciona con otras enfermedades como la diabetes, enfermedades cutáneas o tumores y de hecho se ha averiguado que "disminuye en un 35 por ciento la aparición de cáncer de mama".
PLAN CONTRA LA OSTEOPOROSIS
Por su parte, el director general de Salud Pública, Manuel Escolano, anunció que este año la Conselleria de Sanidad pondrá en marcha el segundo Plan de prevención contra la osteoporosis en el que, garantizó, "se recogerá el guante lanzado por las sociedades científicas para concienciar a la población de la necesidad de tener un nivel adecuado de vitamina D".
Escolano, que recordó que la Comunidad Valenciana fue la primera en tener un programa contra esta enfermedad, destacó al respecto que se seguirán fomentando las campañas de sensibilización entre profesionales y pacientes, además de organizar foros de debate y de financiar líneas de investigación y medios de diagnóstico.
