MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La vitamina D podría ser una opción "muy prometedora" en la lucha contra el cáncer de mama mortal, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos) y publicada en la revista 'Journal of Cell Biology'.
Para los especialistas de este centro universitario norteamericano, la investigación sobre cáncer de mama triple negativo ha dado "tres pasos hacia adelante" gracias a los hallazgos que han obtenido. Esto es así porque "se ha descubierto un mecanismo molecular que contribuye a la formación de este tumor y tres biomarcadores que pueden ayudar a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse del tratamiento", afirman.
De esta manera lo asegura la autora principal de este trabajo y profesora asistente de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Saint Louis, la doctora Susana Gonzalo, que explica que el cáncer de mama triple negativo "es resistente al tratamiento y a menudo mortal". Éste afecta en mayor medida "a las mujeres más jóvenes", indica.
Sin embargo, mediante la investigación que ha dirigido, la experta ha constatado que "la vitamina D y algunos inhibidores de la proteasa podrían convertirse en posibles terapias". Esta conclusión se ha obtenido gracias a la financiación de 376.000 euros por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
ACTUALMENTE SE TRATA CON QUIMIOTERAPIA
Actualmente, el tratamiento más habitual para estas mujeres, que suelen nacer con mutaciones en los genes BRCA1, es la quimioterapia. No obstante, esta terapia "tiene profundos efectos secundarios", por lo que la comprensión de la biología de los cánceres de mama triple negativo "ayudaría a desarrollar estrategias terapéuticas menos tóxicas", expone Gonzalo.
Una de las explicaciones que encuentra la experta, que ha trabajado en colaboración con laboratorios de Lérida, al origen de este tipo de cáncer es la activación de una vía que "permite a las células tumorales crecer sin control y reduce la sensibilidad de este tumor a las actuales estrategias terapéuticas". No obstante, la vitamina D "juega un papel en la desactivación de esta vía", señala.
En concreto, su empleo en el tratamiento de células deficientes en BRCA1 "restaura los niveles altos de 53BP1", el cual es un factor de reparación del ADN, indica Gonzalo. Por ello, concluye que "una combinación de vitamina D y de los inhibidores de la polimerasa PARP "podría representar una nueva estrategia terapéutica para el cáncer de mama con mal pronóstico".