MADRID, 3 Jul. (OTR/PRESS) -
Una copa de vino tinto, a determinadas edades, no sólo no es malo para la salud sino que puede mejorar la calidad de vida. Así al menos lo concluye un trabajo a nivel internacional que ha contado con la participación del investigador español Plácido Navas, de la Universidad Pablo Olavide del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La teoría ha detectado propiedades en el resveratrol, presente en el vino tinto, y que mejora la salud durante el envejecimiento de los ratones.
El estudio se publica en la edición digital de la revista 'Cell Metabolism' y, en él, Navas detalla las conclusiones de un estudio internacional en el que ha tomado parte el científico español. Así, gracias a las investigaciones de este equipo se ha podido demostrar que un componente destacado del vino tinto, el resveratrol, previene el deterioro y el declive funcional causado por el envejecimiento en ratones alimentados con una dieta estándar, aunque no afecta a la longevidad al iniciar el tratamiento en la vida adulta.
De esta forma, las copas presentes en las mesas de muchos hogares españoles podrían aportar mayor calidad de vida a las personas de más edad. Como prueba, los investigadores dirigidos desde el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos aluden a los roedores analizados y que ingirieron durante el experimento una dieta alta en calorías y un régimen de restricción calórica. Tratados con resveratrol a concentraciones bajas y altas, quedó demostrado la repercusión del componente.
MENOS RIESGO CARDIOVASCULAR
En concreto, el equipo internacional de científicos descubrió que el resveratrol previene el declive de la función cardiovascular, habitualmente asociado a la obesidad y la edad. Así, los ratones tratados con el componente, independiente de su peso, mostraron un mejor comportamiento cardiovascular y sus niveles de colesterol descendieron. Además, los animales mejorar su salud ósea, disminuyeron las cataratas asociadas al envejecimiento y mejoraron la coordinación motora.
Ahora, queda por comprobar las posibles aplicaciones de este estudio para los seres humanos. Los investigadores han señalado que los resultados no tienen una aplicación directa a los humanos, pero posteriores análisis sobre el vino tinto y, en particular, sobre el resveratrol, permitirán determinar si los médicos de familia deben añadir a las recetas habituales prescritas a los ancianos españoles una copa de tinto con las comidas, para vivir no más, pero sí mejor.