MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los videojuegos violentos podrían alterar el funcionamiento cerebral de los adolescentes, según sugiere un estudio de la Universidad de Indiana en Indianápolis que se ha hecho público durante la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología que se celebra estos días en Chicago (Estados Unidos).
Según los resultados de esta investigación, los adolescentes que juegan con videojuegos violentos podrían estar expuestos a efectos persistentes en su funcionamiento cerebral, que incluyen un aumento de la actividad de la región del cerebro que controla la activación emocional y una disminución en la función ejecutiva del cerebro.
Los investigadores asignaron de forma aleatoria a 44 adolescentes a que jugaran a videojuegos violentos o no violentos durante 30 minutos. Tras ello, los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) para estudiar el funcionamiento cerebral de estos chicos durante una serie de tareas que medían la inhibición y la concentración. Una de las pruebas empleaba estímulos emocionales y la otra no.
Las IRMf miden los pequeños cambios metabólicos que se producen cuando una parte del cerebro está activa. Estos cambios aparecen como áreas de color brillante en una imagen de resonancia magnética, lo que indica que parte del cerebro está siendo utilizado para procesar una tarea. Los dos grupos no mostraron diferencias en la exactitud o tiempo de reacción en las tareas, pero el análisis de los datos de las IRMf mostraron diferencias en la activación cerebral.
En comparación con el grupo que jugó con el videojuego no violento, aquellos chicos que jugaron con videojuegos violentos mostraron una menor activación de las zonas prefrontales del cerebro que participan en la inhibición, la concentración y el autocontrol, y una mayor activación de la amígdala, una zona del cerebro involucrada en la activación emocional.
"Durante las tareas que requerían concentración y procesamiento de los estímulos emocionales, los adolescentes que jugaron con videojuegos violentos mostraron diferencias claras en la activación cerebral en comparación con los adolescentes que jugaron con un videojuego divertido y excitante pero no violento", explica Vincent P. Mathews, uno de los autores del estudio.
Los investigadores esperan dirigir sus próximos estudios hacia los efectos a largo plazo de la exposición a los videojuegos con violencia y su impacto sobre las diferencias del funcionamiento cerebral.