MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada de la época estival y las vacaciones, la modificación de lo hábitos y costumbres produce una relajación generaliza que afecta también a la higiene bucal. Así, uno de cada cuatro españoles deja de cepillarse los dientes total o parcialmente durante sus vacaciones.
Esta falta de limpieza bucal se achaca a distintos factores como el cambio de costumbres, la modificación de los hábitos de vigilia y sueño o el olvido del cepillo de dientes cuando salimos de casa. Por ello, dejamos de cepillar los dientes de forma continuada o disminuimos la frecuencia con la que debería realizarse. De entre los grupos de población que mas descuidan estos hábitos destacan los jóvenes frente a los adultos, y los hombres frente a las mujeres.
Como explica a Europa Press el director médico de Laboratorios Lacer, Javier Mira, "la época de vacaciones es una de las de mayor riesgo para la salud bucal, ya que es muy propicia para el abandono temporal de los hábitos de higiene diaria por la alteración de los horarios, el olvido del cepillo o la imposibilidad de lavarse los dientes cuando pasamos el día fuera de casa. Si a esto añadimos el abuso de bebidas azucaradas y helados; el aumento en el consumo de tóxicos como café, tabaco y alcohol y una alimentación desequilibrada, estamos favoreciendo la proliferación de microorganismos en la boca".
Durante los meses de verano, el incremento de las temperaturas puede provocar cuadros de deshidratación, con un efecto directo sobre la salud de la boca. "Cuando una persona se deshidrata, disminuye su capacidad de salivación. Del mimso modo la saliva pierde parte de su capacidad como desinfectante local, dando lugar a procesos de gingivitis y periodontitis y, en casos extremos, aftas y sequedad oral con sobreinfección por hongos", comenta el director médico de Lacer.
Los expertos también destacan que aquellas personas que sufren algún tipo de enfermedades, como gingivitis o enfermedades periodontales, siguen cuidando la higiene bucal porque conocen los riesgos que ellos puede producir.
Como consecuencia de la falta de cepillado se produce un aumento de enfermedades, según Mira. "Cada día formamos la placa dental compuesta por detritus de comida que se infectan por la bacterias contenidas en la boca o por aquellas que provienen de los alimentos -explica-. Esta placa dental debe de eliminarse cada día, si nosotros nos la dejamos, se extiende por todos los dientes se puede producir una inflamación dental que puede derivar en gingivitis, enfermedades periodontales e incluso la perdida de alguna pieza dental".
"La permanencia prolongada de esta placa conllevará la aparición de sarro, manchas bucales y el mal aliento. La placa produce un descenso del nivel de PH de los dientes que hace que el esmalte dental sea más vulnerable a los ataques de bacterias externas, es decir, se pueden producir caries", añade Mira.