Valorar el estado de consciencia del accidentado, su respiración y si tiene circulación sanguínea, clave en su atención

Accidente de tráfico
Emergencias Madrid 112
Actualizado: jueves, 1 agosto 2013 20:02

MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

Valorar el estado de consciencia del accidentado, su respiración y si tiene circulación sanguínea son aspectos clave en la atención de esta persona herida, según señala en su 'Guía de Primeros Auxilios' la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).

Así lo señalan los miembros de esta organización con motivo de los millones de desplazamientos por carretera que se están produciendo estos días. Para ellos, estas tres funciones son "vitales", ya que si falla alguna de ellas, "urge la ayuda sanitaria".

En este sentido, explican que los primeros diez minutos tras un accidente "son decisivos para el herido", por lo que consideran necesario "tener claro un protocolo de actuación". Éste puede evitar lesiones graves "y salvar vidas", indican.

No obstante, desde la CNAE advierten que los más importante es "no precipitarse y mantener la calma", y es que el nerviosismo "sólo puede contribuir a incrementar la confusión". Por ello, apuestan por la norma PAS, denominada así por ser las siglas de proteger, alertar y socorrer.

De esta forma, mantienen que lo primero es que el auxiliador no se exponga a ningún peligro a la hora de actuar y pueda sufrir un nuevo accidente, por lo que debe detenerse en cuanto sea posible, pero evitando crear un nuevo peligro para la circulación, así como "inmovilizar el vehículo de forma adecuada".

Tras ello, es preciso "ponerse el chaleco reflectante antes de bajarse del vehículo" y no invadir la calzada a no ser que sea inevitable. En este caso, los peatones "deben ir provistos de un elemento luminoso o retrorreflectante homologado y visible a 150 metros por los conductores que se aproximen", explican.

Posteriormente, es "prioritario" conectar la señal de emergencia, tanto de día como de noche y encender las luces de posición, de noche y en condiciones de visibilidad reducida. Además, es necesario colocar los triángulos de preseñalización de peligro a 50 metros como mínimo, "uno por delante y otro por detrás del obstáculo", aseguran.

NO SE PERMITE MODIFICAR EL ESTADO DE POSIBLES PRUEBAS

Todas las medidas deben ejecutarse sin modificar el estado de las cosas y las pruebas que puedan ser útiles para determinar la responsabilidad del accidente, "salvo que el no hacerlo perjudique la seguridad de los heridos o de la circulación". Así, los fallecidos o heridos graves no deben ser movidos.

Una vez llegado al emplazamiento de las víctimas es preciso permanecer junto a ellas en todo momento y establecer un ambiente de seguridad. Sin embargo, el desplazamiento de los mismos al hospital "debe hacerse en vehículos especialmente destinados para tal fin y por personal profesional", quedando para casos excepcionales el traslado desde un automóvil particular.

Una vez desarrollada la actuación de protección es necesario alertar, para lo cual "hay que avisar a los servicios de emergencia a través del 112 para recabar cuanto antes auxilio sanitario especializado". Esta llamada "es la base de la cadena asistencial en caso de accidente".

En ella se debe aportar información de teléfono de contacto, localización del lugar del accidente, número de heridos y gravedad de los mismos, estado, características y número de vehículos implicados, así como circunstancias especiales que pudieran darse y fueran relevantes para los servicios de emergencia.

Por último, y hasta que lleguen los profesionales, se aconseja "no dar de beber a los heridos como norma general, no retirar el casco a un motorista y no dar medicamentos a los heridos, ni aplicar pomadas, cremas u otros productos similares en heridas o quemaduras para no ensuciarlas.

Por contra, si es preciso "una valoración rápida de la situación de los heridos, actuar con rapidez, realizar aquellas actuaciones que puedan evitar una amenaza inmediata para la vida del accidentado y prestar auxilio según las circunstancias y gravedad".

Además, se requiere "proteger el cuello de los heridos, aflojar las prendas y ropas que puedan oprimir a éste y a las vías respiratorias, tapar a los heridos incluso en verano, y evitar que los heridos anden". Para los expertos, "es mejor que los heridos permanezcan en posiciones estables, salvo cuando sea necesario colocarlos en posición lateral de seguridad o en otra posición que les beneficie según su estado físico".