El Vall d'Hebron de Barcelona avanza en el diagnóstico de una grave enfermedad renal infantil

Actualizado: martes, 27 octubre 2009 12:57

BARCELONA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Hospital Universitario de la Vall d'Hebron de Barcelona (IR-HUVH) han realizado avances en el diagnóstico de la enfermedad renal infantil, llamada Glomeruloesclerosis Segmentaria y Local (Gesf), que pueden contribuir a descubrir el origen no genético de la enfermedad, según un estudio publicado en la revista 'American Journal of Kidney Diseases'.

El Gesf es una enfermedad renal para la que no existe un tratamiento eficaz y que suele requerir un trasplante. En niños, esta enfermedad tiene dos causas reconocidas: un defecto genético renal y otra que no tiene origen en el riñón --caso en el que la enfermedad reaparece frecuentemente incluso después del trasplante--.

Según informó el centro en un comunicado, las investigaciones realizadas pueden servir como marcador para diferenciar entre ambos casos de la enfermedad sin tener que recurrir a los análisis genéticos. La investigación incluso puede conducir al descubrimiento del origen de la enfermedad.

La dolencia produce una elevada pérdida de orina --síndrome nefrótico--, y uno de los aspectos más graves es que en un alto porcentaje de casos la enfermedad reaparece después de haber implantado un nuevo riñón, incluso pocas horas después de la cirugía. Con esto, empieza de nuevo el ciclo de deterioro y se hace necesario un nuevo trasplante.

En el Gesf de origen genético, el paciente sufre una alteración de proteínas de las células encargadas de filtrar la sangre a los riñones, que determina la pérdida de gran cantidad de proteínas sanguíneas por la orina. En este caso, es suficiente con un trasplante.

Sin embargo, cuando la enfermedad no tiene origen en el riñón no basta con retirar el órgano dañado. Los investigadores han observado que si se cambian las proteínas de la sangre de los pacientes, la pérdida de éstas en la orina se reduce durante algún tiempo.

Esto apunta la existencia de un factor sanguíneo, probablemente una proteína, que sería la causante de la enfermedad. "Es la primera vez que se identifica un mecanismo diferencial entre el Gesf genético y el que no lo es, por lo que el descubrimiento es esperanzador y abre nuevas vías de investigación", explicó el jefe de Servicio de Nefrología Pediátrica, José Nieto.