MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alto coste de algunas vacunas infantiles causa una significativa presión financiera para algunos médicos, así como a muchos proveedores, en gran medida debido a que los reembolsos varían ampliamente, según dos estudios realizados por la Universidad de Michigan (EE.UU.) y publicados en la edición de diciembre de la revista 'Pediatrics'.
"Los médicos tienen que ser mejores negociantes, y deben negociar mejores precios", afirmó el jefe de Pediatría General y director de la Unidad de Evaluación e Investigación de Salud Infantil (CHEAR, por su sigla en inglés) del Hospital C.S. Mott para Niños del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, el doctor Gary Freed.
El estudio, realizado a 1.280 pediatras y médicos de familia que trabajan en el cuidado directo de pacientes, muestra que muchos médicos pagan demasiado y reciben muy poco en reembolsos. "Esta información cambiará la forma en que los médicos negocian los precios", advirtió Freed.
Así, los estudios descubrieron que, por ejemplo, el precio de una marca de vacuna para la hepatitis B variaba de 3,3 euros (4,26 dólares) a 10,3 euros (13,06 dólares) por dosis en diferentes prácticas médicas. El reembolso de la vacuna triple (paperas, sarampión y rubéola) variaba de 12.4 euros (15,77 dólares) a 46.7 euros (59,02 dólares).
Ante esta situación, muchos de los médicos encuestados expresaron su insatisfacción con los precios y los niveles de reembolso de las vacunas. No obstante, se observó que los médicos pueden obtener mejores precios sumándose a cooperativas de compra.
Por otra parte, se observó que eran pocos los médicos que consideraron suspender la administración de las vacunas a los niños cubiertos por seguros privados (el 11 % del total, el 5% de los pediatras y el 21% de los médicos de familia), aunque aproximadamente la mitad de ellos indicó que habían demorado la compra de algunas vacunas por razones financieras y que habían experimentado una disminución en los márgenes de lucro por vacunaciones.