MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Aunque algunos datos han sugerido un posible aumento del riesgo de invaginación intestinal (cuando una parte del intestino delgado o grueso se desliza hacia la porción adyacente, como los segmentos de un telescopio) después de la administración de la vacuna contra el rotavirus pentavalente en los niños. Sin embargo, un análisis, publicado en 'JAMA' -que incluyó a casi 800.000 niños de Estados Unidos- no encontró un aumento del riesgo de dicha condición a causa de la vacuna.
"En 1999, la vacuna contra el rotavirus rhesus tetravalente fue retirada del mercado de los EE.UU. debido a un aumento significativo del riesgo de invaginación intestinal", según la información de respaldo del artículo, "desde entonces, 2 vacunas para prevenir la infección por rotavirus se han autorizado para su uso en los Estados Unidos: una vacuna contra el rotavirus pentavalente (RV5, RotaTeq) en 2006, y una vacuna contra el rotavirus monovalente (RV1, Rotarix) en 2008.
Se llevaron acabo grandes ensayos previos a la autorización, debido a la asociación previa entre la vacuna contra el rotavirus pentavalente y la invaginación intestinal, sin aumento del riesgo observado, sin embargo, las últimas 2 evaluaciones post-autorización reportaron un aumento del riesgo de invaginación intestinal en la primera semana después de la administración de la primera dosis de vacunas contra el rotavirus".
La doctora Irene M. Shui, de la Harvard Medical School y el Harvard Pilgrim Health Care Institute, en Boston, y sus colaboradores, rexaminaron el riesgo de invaginación intestinal asociado a la vacunación contra el rotavirus, centrándose en los 7 días tras la administración de la primera dosis.
El estudio incluyó a niños entre 4 y 34 semanas de edad, inscritos en el Vaccine Safety Datalink (VSD) que recibieron RV5 entre mayo de 2006 y febrero de 2010. Los investigadores realizaron una comparación de las tasas de invaginación intestinal en los lactantes que recibieron RV5 con las tasas de invaginación intestinal en los lactantes que recibieron otras vacunas recomendadas, y no RV5, durante el mismo período. Los autores también incluyeron datos sobre el número previsto de casos de invaginación intestinal sobre la base de las tasas de referencia evaluadas antes de la aprobación, en EE.UU., de la RV5.
Desde mayo de 2006 hasta febrero de 2010, se administraron 786.725 dosis de la vacuna contra el rotavirus pentavalente. De éstas, un 39 por ciento (309.844) fueron las primeras dosis, un 33 por ciento la segunda dosis, y un 28 por ciento la tercera. Los investigadores observaron, entonces, que no había riesgo de aumento estadísticamente significativo de invaginación intestinal, ni a los 7, ni a los 30 días, tras la vacunación.
Los investigadores añaden que las razones de los resultados contradictorios entre los diferentes estudios no están claras, y explican que "debido a que la invaginación intestinal es un evento raro, no podemos descartar un hallazgo casual del riesgo en Australia y México, así como la posibilidad de no haber detectado un riesgo de bajo nivel en los Estados Unidos y Brasil. Otra posible explicación podría ser la modificación del efecto de la vacuna contra el rotavirus por un factor ambiental o genético".
Los autores concluyen que "en este gran estudio, no se observó ningún aumento del riesgo de invaginación intestinal tras la vacunación con RV5. La introducción de vacunas contra el rotavirus ha tenido un efecto importante de salud pública sobre la enfermedad grave por rotavirus en los lactantes de Estados Unidos; así que, a pesar de que no podemos excluir completamente la posibilidad de un riesgo a muy bajo nivel, los resultados de nuestro estudio fortalecen la evidencia a favor de la vacunación para el control eficaz de esta enfermedad".