Francia y España son los países europeos con mayor índice de resistencias antimicrobianas y mayor consumo de antibióticos
MÁLAGA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El uso racional de los antibióticos podría ahorrar en un año hasta ocho millones de tratamientos innecesarios, según revela un estudio europeo (también ha participado Argentina) relativo al potencial de la intervención en atención primaria para fomentar el uso adecuado de estos medicamentos.
Este trabajo, que se ha presentado este jueves en Málaga en el marco del 16 Congreso de WONCA EUROPA, al que están asistiendo más de 4.000 profesionales de toda España, pone el acento así en el "abuso y mal uso" de los antibióticos como causa habitual de las resistencias bacterianas, toda vez que recuerda que el 95 por ciento de los antibióticos los prescribe el médico de familia.
De hecho, el objetivo de dicha investigación, denominada 'HAPPY AUDIT' y en el que han participado España, Suecia, Dinamarca, Lituania, Rusia y Argentina, ha sido conocer el grado de uso adecuado de estos medicamentos.
En el caso español, el trabajo ha estado dirigido por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y en el mismo han participado un total de 281 galenos españoles. En total, han participado 511 profesionales europeos y argentinos, que han registrado 26.262 casos de infecciones respiratorias.
"Con este estudio pretendemos demostrar que podríamos llegar a ahorrar en un año unos ocho millones de tratamientos antibióticos que realmente son innecesarios", ha afirmado al respecto el coordinador del Happy Audit en España, el doctor Carles Llor, quien ha advertido de que España presenta "una alta incidencia de resistencias que puede ser cada vez mayor si no frenamos el empleo superfluo que con tanta frecuencia se hace de estos fármacos".
El objetivo del trabajo era determinar el efecto de dos sencillas intervenciones en atención primaria sobre el uso racional de los antibióticos en las infecciones respiratorias como son las técnicas antigénicas de diagnóstico rápido en amigdalitis, y la proteína C reactiva-PCR en sangre para el diagnóstico de sinusitis, bronquitis y neumonía.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Las conclusiones del trabajo señalan que si el médico está formado en el uso de estos fármacos y en el manejo de pruebas de diagnóstico rápido, que permiten afinar más en la causa de la infección, prescriben menos antibióticos.
En España la infección más frecuente fue el resfriado (40,2 por ciento de todos los casos), seguido de la faringitis y bronquitis, todos ellas de etiología vírica. El síntoma más común fue la tos (75,4 por ciento). Se dieron antibióticos en más del 85 por ciento de los casos en neumonía, amigdalitis, otitis y sinusitis, siendo los más prescritos la amoxicilina y el ácido clavulánico.
La prescripción antibiótica fue menor en las infecciones del tracto respiratorio cuando se utilizó la PCR. Sólo los médicos que realizaron la intervención completa (271 frente a los 71 que la realizaron parcial) prescribieron menos antibióticos de amplio espectro (asociación de amoxicilina y ácido clavulánico y macrólidos) que el resto de médicos y, contrariamente, duplicaron la prescripción de penicilina V (antibiótico de espectro reducido) en la faringoamigdalitis.
Los resultados confirman, señala el doctor Llor, "que la participación activa de los médicos de familia en la realización de test de diagnóstico rápido en la consulta, se acompaña de una reducción significativa de antibióticos en las infecciones respiratorias, sobre todo en aquellas consideradas mayoritariamente virales".
"Este hecho tiene un impacto sanitario enorme, ya que sólo con un uso más racional de los antibióticos se puede conseguir disminuir las resistencias antimicrobianas", ha agregado.
Concretamente, en países como Lituania y Rusia se ha reducido el uso de estos fármacos en cerca de un 50 por ciento y en Suecia un 10 por ciento. Asimismo, en algunos países se ha experimentado un incremento de la utilización de la penicilina V y en otros ha disminuido la prescripción de los macrólidos.
RECOMENDACIONES DE LA UE
Con estos datos está previsto que la Comisión Europea elabore una serie de recomendaciones para todos los estados miembros. Los países participantes presentan distintas realidades.
Así, Francia y España son los países europeos con mayor índice de resistencias antimicrobianas y un mayor consumo de antibióticos, lo contrario de lo que sucede en los nórdicos, donde se aíslan pocas especies resistentes. En los del Este, se ha comprobado que las resistencias han crecido mucho en los últimos años.