El uso moderado de móviles en los hospitales no supone un riesgo para el paciente, según expertos

Actualizado: miércoles, 28 enero 2009 15:20


MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

El uso moderado de móviles en los hospitales, y siempre que se respeten las distancias aconsejadas con los equipos médicos en las zonas críticas, no supone un riesgo para el paciente, según expertos de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC).

Actualmente, las recomendaciones y normativas sobre el uso de móviles en los hospitales difieren según el experto y el país del que se trate, sin embargo en los últimos años diversos estudios internacionales realizados por centros como la Clínica Mayo en Minnesota (EE.UU.) o los publicados por varios científicos británicos, han puesto de manifiesto que no existía ninguna evidencia que demostrara un riesgo inminente para la salud del paciente.

Precisamente, según recuerdan desde la SEEIC, tras hacerse públicas estas investigaciones se ha aprobado en Inglaterra una directriz que permite su uso dentro de estos centros.

Las primeras advertencias surgieron en la década de los años 90, cuando diversos expertos alertaron sobre la conveniencia de limitar el uso de los teléfonos móviles en los hospitales, debido a diversas alteraciones manifestadas en el funcionamiento de algunos equipos electromédicos como los monitores de constantes vitales, registradores de ECG, o electrofisiológicos como máquinas de hemodiálisis, ecógrafos, bombas de infusión, marcapasos, etc.

Actualmente, tanto en España, como en el marco de la Unión Europea, no se ha establecido una normativa que regule esta situación, aunque en la mayoría de los hospitales está prohibido el uso de teléfonos móviles en determinadas zonas que son más sensibles, como los quirófanos, las unidades de cuidados intensivos, salas de hemodiálisis, etc.

A este respecto, el presidente de la SEEIC, José Carlos Fernández de Aldecoa, solicita una regulación que "se base en plantear pautas y comportamientos que eviten los riesgos de interferencias sobre los equipos, más que en prohibir su uso de forma generalizada".

"Hay que ponderar los beneficios de la comunicación entre los profesionales médicos y de los pacientes con sus familiares, frente a los riesgos del uso de los teléfonos móviles en los centros sanitarios", explica, al tiempo que se muestra contrario a adoptar normativas como las de Francia, Alemania o EE. UU donde se establecen prohibiciones totales o parciales del uso de teléfonos móviles en los hospitales.

INTERFERENCIAS "IMPROBABLES"

En la práctica normal del ejercicio médico, aunque admite que es posible que ciertos dispositivos médicos puedan ser susceptibles a interferencias de teléfonos móviles, tales condiciones son improbables por los protocolos actuales. Además, la SEEIC recuerda que las tecnologías asociadas a las nuevas generaciones de teléfonos móviles y los criterios más estrictos sobre inmunidad electromagnética en la fabricación de los equipos electromédicos están minimizando estos efectos indeseables.

"El número de incidentes referenciados en los últimos tiempos en equipos electromédicos como consecuencia de las interferencias de los teléfonos móviles son escasos y sus efectos leves y reversibles. Es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante del aparato médico a la hora de usarlo en ambientes susceptibles de interferencias electromagnéticas", advierte Fernández de Aldecoa.

Asimismo, afirma que las alteraciones de los dispositivos clínicos son más comunes cuando se trata de emisoras comerciales de radiodifusión o de 'walky-talkies', radioaficionados o cuerpos de seguridad y de protección civil. Por tanto, en su opinión, una futura normativa debería "adaptarse a los tiempos" y restringir estrictamente su uso a distancias muy cercanas a los equipos electromédicos en zonas de pacientes críticos.

Por otra parte, señala que, más que por la prevención ante interferencias electromagnéticas, su regulación debería tener en cuenta la necesaria preservación de la tranquilidad y el ambiente silencioso que es recomendable en un hospital, "tanto para garantizar la concentración en el trabajo de los profesionales sanitarios como por el descanso y bienestar de los pacientes".