El uso de donantes de más de 70 años no influye a medio plazo en la supervivencia del injerto renal, según un estudio

Actualizado: miércoles, 9 junio 2010 14:49

SEVILLA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

La utilización de riñones de donantes ancianos de más de 70 años no influye en la supervivencia del injerto renal trasplantado, al menos a medio plazo, según se desprende de un estudio elaborado por especialistas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y presentado en el I Congreso Nacional de Trasplantes, que se ha celebrado recientemente en Sevilla.

Este trabajo, al que ha tenido acceso Europa Press, analizó una muestra de 401 trasplantes realizados entre enero de 2000 y diciembre de 2009, de los cuáles el 42,6 por ciento de los enfermos recibió un injerto de un donante de menos de 50 años; el 39,6 por ciento un injerto de un donante de entre 50 y 70 años, y el 17,5 por ciento de un donante de más de 70 años.

Como resultados más relevantes se encontró que no hubo diferencias entre los grupos trasplantados atendiendo a la edad del donante del órgano o a otros parámetros como el tiempo en diálisis, la isquemia fría o la incidencia de rechazo. De hecho, el citado trabajo concluye que la supervivencia del injerto a los cinco años fue del 81, 75 y 70 por ciento, respectivamente.

No obstante, el mismo trabajo sí que puntualiza que, si bien la supervivencia del enfermo a cinco años fue similar en los receptores de donantes que tenían edades comprendidas entre 50-70 años y en mayores de 70 años; dicha supervivencia del injerto es menor si se compara con aquellos trasplantados que recibieron un riñón de donante de menos de 50 años.

Esta investigación, que detalla que los donantes de edad de más de 70 años alcanzaron cerca del 20 por ciento en la serie muestra, concluye de esta forma que los riñones procedentes de donantes ancianos constituyen "una buena alternativa terapéutica".

Como contexto, el estudio alude a la "necesidad" cada vez más creciente de órganos renales para trasplantar, lo que ha hecho que se hayan utilizado injertos procedentes de donantes cada vez mayores. Además, justifica que, en estudios previos realizados en España, se mostró igualmente la idoneidad en el uso de donantes con edades por encima de los 60 ó 65 años.