Han demostrado también que las dos pacientes mejoraron ligeramente su visión
MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La compañía estadounidense Advanced Cell Technology ha realizado el primer ensayo en humanos del empleo de células madre embrionarias para tratar enfermedades oculares. La técnica se utilizó en dos pacientes que habían recibido implantes de retina y los resultados preliminares, cuatro meses después de la intervención, parecen demostrar que el método es seguro. El avance se publica en 'The Lancet'.
El objetivo de este primer ensayo en humanos era averiguar si es seguro este tratamiento, que emplea células inmaduras sanas procedentes de un embrión humano, que son manipuladas para crecer como las células que cubren la retina en el ojo.
Los expertos esperan que, inyectando estas células en el ojo enfermo, sean capaces de restablecer la visión en personas que sufren enfermedades incurables, como la enfermedad de Stargardt, una de las principales causas de ceguera en jóvenes.
La compañía Advanced Cell Technology, junto con el Jules Stein Eye Institute de la University of California, en Los Angeles (Estados Unidos), han mostrado sus primeras experiencias on este tratamiento en ensayos con humanos, según la 'BBC'.
En este estudio participó una paciente mayor, de unos 70 años, con degeneración macular asociada a la edad, principal causa de ceguera en el mundo desarrollado, y otra mujer de unos 50 años con enfermedad de Stargardt. Ambas tenían una visión muy limitada y estaban certificadas como ciegas.
Cada paciente recibió una inyección con 50.000 células epiteliales pigmentarias de retina en uno de sus ojos enfermos. Tras la cirugía, evidencias estructurales confirmaron que las células se habían adherido a la membrana del ojo, como se esperaba, y seguían vivas a la semana 16 del estudio. Además, el proceso resultó seguro, no causando ninguna señal de rechazo o crecimiento celular anormal.
Aunque el objetivo de este estudio no era averiguar si el procedimiento funciona, los investigadores dijeron que sus resultados sugieren que la visión de las pacientes mejoró ligeramente. No obstante, reconocen que aún es demasiado pronto para enunciar ninguna conclusión firma y que será necesario investigar durante muchos años más para confirmar que el tratamiento es seguro y efectivo.