MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Complejo Hospitalario de Toledo, el centro que cuenta con la primera Unidad de Miomas de toda Europa, ha logrado reducir en un 95 por ciento las histerectomías o extirpaciones de útero que se realizaban para eliminar miomas desde su puesta en marcha, a principios de 2010, en beneficio de tratamientos que conservan el útero.
La histerectomía se el segundo procedimiento quirúrgico mayor que con más frecuencia se realiza a las mujeres, después de la cesárea. Sólo en Estados Unidos se realizaron cerca de 617.000 histerectomías durante 2004. Un 90 por ciento de estas intervenciones se realizaron por procesos benignos, la mayoría miomas.
Sin embargo, durante los últimos dos años, en Estados Unidos se han creado centros de miomas en los principales hospitales con servicio de Ginecología para valorar y personalizar el tratamiento y evitar la histerectomía innecesaria.
Así para tratar aquellos miomas que producen síntomas --como el dolor o los sangrado-- existen tratamientos médicos como el DIU con progestágeno, la embolización de miomas, la miomectomía por laparotomía o por laparoscopia o por histeroscopia y por ablación endometrial con balón térmico.
Según la doctora Maria Luisa Cañete, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario de Toledo, esta Unidad de Miomas dispone "de todos estos tratamientos". Con ellos, sus especialistas han conseguido "reducir en más de un 95 por ciento las histerectomías por mioma", realizando sólo 8 en 2010 frente a las 130 realizadas en 2007.
"Teniendo en cuenta que nuestra población de referencia son 420.000 pacientes --de los que 210.000 son mujeres--, la prevalencia de histerectomía por mioma es ahora de las más bajas del mundo", asevera.
HISTERECTOMÍAS, MORTALIDAD Y COMPLICACIONES
Reconoce que este logro ha necesitado de "un gran esfuerzo por parte de todo el equipo" y de "un cambio de mentalidad" basado en dos premisas: que la histerectomía tiene una mortalidad de 1 por cada 1.000 casos, según datos de los CDC de Estados Unidos, y que es la causa de "importantes complicaciones" a corto y largo plazo.
Un aspecto que preocupa tanto a pacientes como a ginecólogos son los miomas en pacientes que desean tener un hijo. En este grupo, aunque los miomas no presenten síntomas, se deben tratar, siempre que afecten a la cavidad del útero. En el caso de miomas con tamaño suficiente como para complicar la gestación, también proponemos la extirpación del mioma, anota la especialista.
"Hasta hace unos años, todos los ginecólogos habían visto pacientes a los que se les extirpaba el útero con miomas que no daban síntomas, porque ya tenían los hijos que querían y no se tenían las armas terapéuticas ni conocimientos sobre la rareza de la excepcionalidad de latinización de los miomas", recuerda.
"Asumíamos, junto con nuestras pacientes, las complicaciones intraoperatorias, postoperatorias inmediatas y las postoperatorias a largo plazo", reconoce Cañete, recalcando que el Complejo Hospitalario de Toledo trata de evaluar y ofrecer a las pacientes con miomas sintomáticos "todo el arsenal terapéutico disponible".
"A la pregunta que nos hacen cada día en la consulta: 'doctora, tengo un mioma, ¿es necesario extirpar el útero?' les podemos responder: 'muy probablemente no, solamente en casos muy excepcionales es necesario extirpar el útero como tratamiento de miomas'", concluye.