BRUSELAS, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea podrá actuar más rápido a partir de ahora para prohibir las nuevas drogas sintéticas gracias a las nuevas normas europeas que han entrado en vigor este viernes.
Dichas normas permitirán reducir de forma significativa los plazos para evaluar y prohibir las nuevas sustancias sintéticas en el mercado europeo y analizar de forma conjunta los riesgos combinados de varias sustancias con una estructura químicas similar.
"En los últimos diez años, la emergencia de nuevas sustancias psicoactivas ha representado un desafío enorme para la salud y la seguridad públicas", ha recordado el comisario de Inmigración y Asuntos del Interior, Dimitris Avramopoulos.
El comisario ha justificado la necesidad de contar con "instrumentos jurídicos y operativos efectivos para permitir una acción rápida para prohibir tales sustancias en la UE, a fin de prevenir daños graves para la salud e incluido la muerte en ocasiones" tras recordar que estas sustancias de "elevada" toxicidad se vuelven "más peligrosas" por la rapidez con la que se adaptan los mercados de drogas.
"Las nuevas normas de la UE permitirá proteger mejor a nuestros ciudadanos en toda la UE de estas peligrosas drogas, especialmente a los jóvenes", ha subrayado.
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) seguirá teniendo un papel central para vigilar y evaluar las amenazas e iniciará las investigaciones científicas pertinentes de cualquier sustancia que genere una preocupación a nivel europeo.
Tras un primer análisis de una sustancia, la Comisión podrá pedirle en una evaluación de riesgo completa en un plazo de seis semanas como base para proponer medidas de control o su restricción en el mercado europeo, algo que tendrán que aprobar los Veintiocho y la Eurocámara en un plazo de dos meses. Las autoridades nacionales tendrán luego seis meses, en lugar de un año, para tomar medidas contra las sustancias.
Un total de 51 nuevas drogas sintéticas proliferaron en el mercado europeo en 2017 --una a la semana--, un número de las cuáles han sido prohibidas en la Unión Europea. El observatorio europeo controlaba más de 670 sustancias hasta finales de 2017, en comparación con 350 en 2013.