BRUSELAS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha celebrado este viernes el anuncio hecho por Alemania de que los últimos estudios apuntan a los brotes de soja como la fuente más probable del brote de 'E.coli' porque permite ver "la luz al final del túnel" de la crisis, aunque ha advertido de que esta sospecha está "por confirmar" y puede que no se consiga nunca probar el origen con pruebas bacteriológicas.
Bruselas ha valorado especialmente que las autoridades alemanas hayan decidido también retirar la recomendación de no consumir hortalizas como pepinos, tomates y lechugas porque "demuestra que los productos de la UE son sanos, como ya dijo la Comisión Europea", ha declarado en rueda de prensa el portavoz comunitario en materia de Salud y Protección al Consumidor, Frédéric Vincent.
Los resultados epidemiológicos que apuntan como causa más probable de la intoxicación a estos brotes leguminosos constituyen "un paso importante en la resolución de esta crisis (...). Quedan aspectos por confirmar, pero parece que vemos la luz al final del túnel".
La llamada 'crisis de los pepinos' ha dejado ya una treintena de fallecidos por un brote virulento de la bacteria 'E.coli' en Alemania y causado importantes pérdidas en el sector hortofrutícola, sobre todo el español, a raíz de que Berlín señalara erróneamente unas partidas de pepinos procedentes de España como foco de la infección. Los mercados de varios Estados miembros se cerraron inicialmente a las frutas y hortalizas españolas por temor al contagio y Rusia impuso un veto a todas las verduras comunitarias, que finalmente ha decidido levantar este viernes.
Bruselas ha defendido hoy que las autoridades alemanas han seguido "todas las vías de investigación" para poner fin a la crisis y ha admitido que fue un "error" señalar a las hortalizas españolas. El portavoz no ha querido incidir en las críticas a Alemania por su gestión del problema pero ha recordado las palabras del comisario de Salud, John Dalli, que a principio de semana pidió a los Estados miembros "abstenerse de crear alarma" o de señalar un alimento "concreto" mientras se detecta la causa de la contaminación.
Alemania ha reconocido este viernes que en ninguna de las más de mil muestras analizadas de las semillas se ha encontrado rastro de la bacteria, las autoridades alemanas apuntan que los estudios epidemiológicos ofrecen la evidencia científica suficiente para llegar a esa determinación. A este respecto, Vincent ha insistido en que una investigación de estas características "lleva mucho tiempo" y ha admitido la posibilidad de no detectar con análisis bacteriológicos el foco del brote aunque ha recalcado que "todo apunta a esa granja".
El portavoz comunitario, además, ha indicado que según las autoridades alemanas los brotes sospechosos "sólo han sido consumidos en Alemania" y que no han sido exportados a otro país de la UE.