BRUSELAS 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las instituciones de la Unión Europea han alcanzado este martes un acuerdo provisional para fijar límites a la exposición a cinco nuevas sustancias cancerígenas (cadmio, berilio, ácido arsénico, formaldehído y metilenbis) en el puesto de trabajo.
Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE (los países) han logrado, en concreto, un acuerdo para ampliar la lista de agentes químicos incluidos en la directiva europea sobre cancerígenos y mutágenos, que establece las medidas que deben adoptarse para eliminar o limitar la exposición a una serie de sustancias.
Se trata de la tercera revisión de dicha normativa, tras las de mayo de 2016 y enero de 2017, que proponían límites una veintena de sustancias. La primera revisión fue aceptada a finales de 2017 y la segunda un año después. La tercera modificación debe ser ahora aprobada formalmente por ambas instituciones europeas.
Así, el acuerdo establece límites a la exposición a estas sustancias que están "en línea con los nuevos datos científicos y técnicos". La directiva, no obstante, abre la puerta a que los Estados miembros introduzcan límites más estrictos a nivel nacional, así como medidas adicionales como valores límite biológicos.
En el caso del cadmio, el Ejecutivo comunitario analizará, tras la entrada en vigor de las nuevas normas, la posibilidad de introducir una modificación que agregaría la combinación de un valor límite de exposición en el puesto de trabajo con un valor límite biológico, ha informado el Consejo de la UE en un comunicado.
Además, Bruselas evaluará antes del segundo trimestre de 2020 la posibilidad de extender el alcance de la normativa para añadir a la lista una serie de medicamentos peligrosos, entre ellos los medicamentos citotóxicos que sean cancerígenos o mutágenos.
La comisaria de Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, ha destacado que el acuerdo preliminar entre la Eurocámara y los gobiernos de la UE garantizará una mejor protección de los trabajadores en los sectores de fabricación de baterías de níquel-cadmio, la fundación de cinc y cobre, laboratorios, electrónica, servicios funerarios, construcción, sanidad, plásticos y reciclado.
El cáncer es la principal causa de mortalidad laboral de la UE, responsable de más de la mitad de las muertes en el puesto de trabajo, frente el 24% debido a enfermedades cardiovasculares y el 2% a causa de lesiones. Además, 21 millones de trabajadores están expuestos a al menos una sustancia potencialmente cancerígena.