LONDRES 20 May. (Reuters/EP) -
Una serie de estudios epidemiológicos sobre las nuevas cepas resistentes de la tuberculosis ha determinado que estas "superbacterias" podrían convertirse en formas dominantes de la enfermedad en las próximas décadas, especialmente en los países empobrecidos con servicios de asistencia sanitaria menos desarrollados.
De hecho, la cepa resistente, conocida como MDR-TB, ya está "ganando terreno" en ciertos países como China e India (que acumulan el 50% de los casos mundiales) y Rusia, que registra el 9 por ciento. Por este motivo, expertos de todo el mundo insisten en que los Gobiernos realicen una mayor inversión en la investigación para el desarrollo de nuevos fármacos y posibles vacunas.
En el 2008 se registraron alrededor de 440.000 infecciones de MDR-TB, lo que representó un 3,6 por ciento de los casos conocidos. En este sentido, los especialistas recuerdan que la MDR-TB es menos efectiva, ya que requiere 24 meses de tratamiento en vez de 6, y mucho más costosa: de promedio, los fármacos cuestan 2.800 euros por paciente, frente a los 16 euros de los casos normales.
En concreto, los investigadores Neel Gandhi, de la Yeshiva University de Nueva York (Estados Unidos), y Paul Nunn, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que condujeron uno de los estudios, advirtieron de que "a menos que los países inviertan en la lucha contra la MDR-TB, persiste la posibilidad de que las cepas MDR se conviertan en la forma dominante".
"Pese a que hay menos casos de tuberculosis resistente a los fármacos, el costo y la complejidad de su tratamiento generan una carga económica mucho más pesada sobre el sistema de salud", afirmaron.
En otros estudio publicado por 'The Lancet' este miércoles, los científicos dijeron que el impacto combinado de los nuevos fármacos, vacunas y test de diagnósticos podían reducir la incidencia mundial de la tuberculosis en un 94 por ciento para el 2050.
Sin embargo, la inversión necesaria para cumplir con este objetivo es insuficiente, añaden Gandhi y Nunn. "El desarrollo de nuevos fármacos para la tuberculosis es largo, costoso y con muchos riesgos. Además, las ganancias esperadas son demasiado pequeñas para justificar una inversión comercial", comenta Zhenkun Ma, de la Alianza Global para el Desarrollo de Fármacos contra la tuberculosis.