MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cuatro españoles tiene actualmente un tratamiento de ortodoncia en sus dientes o lo han llevado en algún momento de su vida, a pesar de que un 70 por ciento de la población asegura que utilizarían esta técnica para mejorar el aspecto de su sonrisa, según los resultados de un estudio realizado por la Sociedad Española de Ortodoncia Invisible.
Según este estudio, realizado en Madrid y Barcelona, la práctica totalidad de los encuestados (96%) reconocieron conocer este tipo de técnica y "un 27 por ciento la llevan o la han llevado", afirmó el presidente de esta entidad, Jaume Janer, quien advirtió de que el porcentaje no es tan alto en ciudades menos pequeñas.
Además, Janer aseguró que el uso de estos tratamientos dentales en adultos se ha triplicado en los últimos años, de modo que el 35 por ciento de las ortodoncias aplicadas se dan en pacientes de más de 18 años, siendo la franja de edad de entre 25 a 45 años la más habitual para realizar estos tratamientos, aunque "hay pacientes con 50 ó 60 años", explicó este experto.
En estos casos, la demanda del tratamiento se debe principalmente a motivos estéticos (en un 65% de los casos), dado que la boca está considerada como la segunda parte de la cara más importante para los españoles, sólo por detrás de los ojos.
De este modo, y aunque la mayoría de usuarios han utilizado ortodoncias externas, este condicionamiento estético hace que esté aumentando la demanda de aparatos que no se vean, conocidos como ortodoncia lingual incógnito u ortodoncia invisible. Según Janer, el 40 por ciento de los pacientes que acuden a consulta piden información de esta nueva técnica, aunque el elevado coste de la misma hace que su implantación esté realizándose más lentamente.
Una ortodoncia externa suele costar unos 3.000 euros, mientras que las invisibles superan en muchos casos los 6.000 dado que su implantación es más complicada, afirmó este experto.
APARATOS A MEDIDA
Sin embargo, aseguró, los 'brackets' que permiten mover los dientes hasta su posición original están hechos a medida y cuentan con un alambre de titanio que se amolda al movimiento dental y causa menos molestias que las externas al movimiento de la lengua y a la pronunciación, además de que "los beneficios para la salud bucal son considerables", explicó Janer.
Normalmente, el diente se va desgastando con el tiempo y va perdiendo tamaño, lo que facilita que se desencaje de la encía y favorezca la aparición de caries, algo que con esta técnica se corrige en unos 12 ó 16 meses, el tiempo que tardan las ortodoncias invisibles en refijar los dientes.
Durante este tiempo, se realizan revisiones cada cuatro semanas para comprobar que se está corrigiendo la dentadura a pesar de que "el paciente asegura en muchas ocasiones que no está percibiendo ningún cambio", explicó Janer. Sin embargo, la eficacia de dicha técnica está comprobada y "es probable que en un futuro se use también en niños".