Barreda augura un "verdadero campus de investigación e innovación biomédica" en Toledo
TOLEDO, 26 May. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, resaltó hoy el papel de la industria farmacéutica en el país para impulsar la investigación, y como uno de los agentes más activos en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y como un potente motor económico para el conjunto de la ciudadanía.
Jiménez, en el acto de inauguración del nuevo centro de I+D en la planta química de Laboratorios Servier en Toledo, aseveró que el gran reto para un sistema sanitario público y universal como el de España es "hacer compatible la innovación farmacológica con la sostenibilidad", lo que hace que constantemente se racionalice el gasto farmacéutico "sin comprometer esos desarrollos innovadores".
Además, recordó la pretensión del Ministerio de diseñar una nueva estrategia en política farmacéutica "que complete la desarrollada entre 2004-2008, que impulse la calidad y la eficiencia, basada por encima de todo en la evidencia científica" y que esté centrada en el paciente, cuente con los profesionales sanitarios y se desarrolle concertada con las comunidades autónomas y las empresas del sector.
La titular de Sanidad y Política Social resaltó esos como los "objetivos deseables y perfectamente posibles" y prueba evidente de ello, aseveró, son los dos centros que hoy visitó, tanto el de Servier, como la remodelación del Centro de Investigación Básica de Janssen-Cilag.
En un acto celebrado en las instalaciones de Laboratorios Servier, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ligó estas dos visitas a empresas farmacéuticas ubicadas en el Polígono Industrial a la construcción del futuro hospital de Toledo en esa misma zona, lo que conformará un "verdadero campus de investigación e innovación biomédica".
Además, tras referirse a la "estrategia de las ies" que sigue el Gobierno de Castilla-La Mancha y al "ingenio" que caracteriza a esta región, Barreda se refirió al trabajo para generaciones futuras que realiza la industria farmacéutica, de la que, a veces, se dicen cosas "no demasiado cariñosas, reconoció.
En este punto, y convencido de que también en la política habría que seguir esa visión de trabajar ahora para recoger el fruto "mañana o pasado mañana", el presidente de la Comunidad Autónoma destacó el hecho de que muchos de los trabajadores de la empresa se han especializado en el sistema educativo regional.
También tomó la palabra en ese acto --en el que estuvo presente el embajador de Francia en España-- el vicepresidente de Tecnología de Servier Internacional, Ángel Díaz, subrayó que las nuevas instalaciones quieren ser un centro de investigación antes que una industria, de la que destacó su compromiso en España y en Toledo.
Díaz también aprovechó este momento para anunciar que Servier se ha comprometido, a pesar del momento de crisis actual, a mantener la plantilla aunque "con muchas precauciones"; y precisó que más de 2.200 pacientes son tratados anualmente con medicamentos del futuro de Servier relacionados con el metabolismo o el sistema cardiovascular.
Por su parte, el alcalde de la capital, Emiliano García-Page, que también se refirió al futuro hospital de Toledo y al "pabellón exclusivamente dedicado a la investigación" que albergará ese complejo sanitario, felicitó a la empresa por haber apostado por Toledo y por mantener la plantilla en un momento en el que "no todo el mundo hace lo mismo y no es fácil".
CENTRO DE INVESTIGACIÓN JANSSEN-CILAG
Previamente, Trinidad Jiménez y José María Barreda, inauguraron las nuevas instalaciones del Centro de Investigación Básica de Janssen-Cilag, junto al consejero delegado presidente en España y Portugal, Martín Sellés.
El centro, que tras la ampliación y renovación, ocupa una superficie de 3.000 metros cuadrados, diseña y sintetiza nuevas moléculas con potencial interés biológico, en especial en las áreas terapéuticas de esquizofrenia y alzheimer.
A ambos actos asistieron, además de otras autoridades, el consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano.
