MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Tres de cada cuatro trabajadores, en concreto el 73 por ciento, sufren estrés en su ámbito laboral y tres cuartas partes de ellos tienen problemas de salud por culpa de esta situación.
Las dolencias más habituales son la fatiga, dolor de cuello y de cabeza, irritabilidad, sensación de agobio, insomnio, falta de concentración y dificultades oculares.
Así lo refleja un estudio del Observatorio de Riesgos Psicosociales de UGT, que analiza más de 4.000 puestos de trabajo en diferentes áreas de actividad, como la hostelería, el textil, la enseñanza, la atención primaria y especializada, la cerámica y la industria cárnica, entre otras.
Las situaciones de estrés laboral, muy extendidas entre la población ocupada, pueden deberse a diversos factores, entre los que se encuentran la falta de autonomía en el puesto de trabajo, inseguridad respecto a las condiciones laborales y al futuro e indefinición sobre las tareas a desarrollar.
El informe del sindicato revela además que siete de cada diez trabajadores "se sienten quemados" por su trabajo. Esta sensación se denomina síndrome de 'burnout' y está directamente relacionado tanto con factores físicos (cefaleas, dolores musculares, fatiga crónica, etc) y psicológicos (frustración, ansiedad, irritabilidad), como con aspectos organizativos (menor rendimiento, absentismo laboral).
Hablar a gritos, criticar la vida privada y ser amenazados, ignorados o asignados a lugares aislados son otras conductas que padecen algunos trabajadores en su lugar de trabajo y que pueden afectar a su salud.
UNO DE CADA CUATRO, EN RIESGO DE ACOSO
Según este estudio, el 26 por ciento de los trabajadores se encuentran en riesgo de acoso, al desarrollar su actividad en un ambiente que califican de "hostigador". Un 2 por ciento de las personas entrevistadas son víctimas de acoso moral en el trabajo de manera permanente y un 15 por ciento reconocen haber sido víctimas puntuales.
Además, el 43 por ciento de los encuestados dicen haber sufrido abuso por parte de sus superiores y más de la mitad de las víctimas de acoso se quejan de haber recibido un comportamiento vejatorio mediante gritos. Este tipo de comportamientos puede provocar depresiones en los trabajadores y conducir, por tanto, a la baja laboral.
Dentro de los trabajadores entrevistados para el estudio que estaban de baja por depresión, el 35 por ciento se vieron sometidos a intimidaciones y amenazas, el 32 por ciento a acoso moral, el 26 por ciento a algún tipo de violencia verbal y el 23 por ciento sufrieron agresiones físicas.
La organización dirigida por Cándido Méndez denuncia que todos estos riesgos psicosociales se producen, principalmente, por una mala organización del trabajo y por un estilo de mando deficiente y en la mayoría de los casos, autoritario.
Además, las empresas no están preparadas para resolver estos conflictos, pues una de cada tres deja que el problema persista al retrasar la toma de decisiones. "El problema de fondo es que en las empresas siguen primando los intereses económicos a la satisfacción o el bienestar de sus trabajadores", concluye UGT.