MADRID 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes que han recibido un trasplante de corazón tienen más riesgo de desarrollar un cáncer de piel, incluso más que aquellos que padecen otros tipos de cáncer, según los resultados de una investigación de la Clínica Mayo (Estados Unidos) que aparecen publicados en la revista 'Archives of Dermatology'.
El estudio sugiere que los pacientes intervenidos quirúrgicamente para recibir un nuevo corazón podrían ser incluso el doble de propensos de padecer un cáncer de piel en comparación con los receptores de un trasplante renal, por lo que este mayor riesgo podría estar relacionado con los medicamentos inmunosupresores utilizados y la edad del paciente en el momento del trasplante.
Para ello, los investigadores revisaron los registros de 312 pacientes que habían recibido un trasplante de corazón entre 1988 y 2006, con una edad media de 47,4 años en el momento de la operación.
En total, se contabilizaron un total de 1.395 casos de cáncer de piel que afectaron al 46,4 de estos pacientes en los 19 años posteriores de seguimiento. De estos, 1.236 fueron carcinomas de células escamosas, 151 carcinomas de basocelulares (aquellos que no presentan un melanoma), 5 melanomas malignos y otros tres tipos más.
Al evaluar la carga tumoral, un total de 76 pacientes (un 24,4% del total) padeció al menos un carcinoma de células escamosas; 24 sólo padecieron uno de estos tumores (7,7%); aunque hubo 10 pacientes (6,1%) que padecieron diez o más cánceres de piel, mientras que 54 pacientes (17,3) sufrieron al menos un carcinoma basocelular, 23 pacientes sólo sufrieron uno (7,4%) y sólo dos pacientes (0,6%) padecieron más de diez de este tipo.
Según observaron los investigadores, los pacientes eran más propensos a desarrollar un carcinoma de células escamosas si presentaban otros tumores tras el trasplante, presentaban una edad más avanzada o padecían una insuficiencia cardiaca desconocida.
Igualmente, el riesgo de padecer un carcinoma basocelular está más relacionado con infecciones por herpes común, una edad más avanzada y el uso del inmunosupresor micofenolato.
Pese a todo, "la mortalidad por estos tumores fue sorprendentemente baja en estos pacientes, ya que "sólo hubo un paciente que muriese por un melanoma", de ahí que sea necesario vigilar algunas pautas preventivas, como la protección solar, los chequeos continuos y los niveles de vitamina D.