SEVILLA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El paciente sometido en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla al que ya es el segundo trasplante facial realizado en España y noveno del mundo, "evoluciona satisfactoriamente", toda vez que la posibilidad de que pueda sufrir un rechazo hiperagudo del injerto "ha bajado enormemente", pese a que no esté exento de que sufra "algún tipo de infección o rechazo en las próximas semanas", según destacaron este viernes diversos especialistas del equipo clínico que ha llevado a cabo este caso.
En este sentido, el director de la Unidad Clínica de Cirugía Plástica y Grandes Quemados de este hospital y coordinador del equipo médico que ha llevado a cabo esta operación, el doctor Tomás Gómez Cía, subrayó que el paciente "se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de Trasplantes" y con una evolución "muy satisfactoria", hasta el punto de que "en la tarde de ayer (jueves) ya se empezó a sentar en el sillón".
De hecho, y a modo de anécdota, resaltó que este paciente, "que es seguidor bético, se puso muy contento cuando le dijimos que el Sevilla había perdido". Al margen de ello, Gómez Cia advirtió de que el trasplantado se siente cansado, "como es lógico después de 24 horas de operación", al tiempo que quiso dejar claro que en los próximos días o semanas "seguro que se presentarán dificultades, que tendremos que ir solventando".
"La piel tiene bastante capacidad para producir una reacción de rechazo y siempre hay dificultades en cualquier postoperatorio, fundamentalmente en lo que tiene que ver con rechazos e infecciones, aunque con tratamiento convencional la respuesta tiene que ser buena", admitió.
Sea como fuere, aclaró que la posibilidad de que el enfermo, que como es lógico ante cualquier tipo de trasplante está sometido a tratamiento convencional inmunosupresor, sufra ahora un rechazo hiperagudo del tejido trasplantado "ya ha bajado enormemente".
Preguntado acerca de si existe algún plazo para que el paciente pueda volver a mover sus músculos faciales, como por ejemplo para sonreir, indicó que el paciente "sólo tiene algunos apósitos" y que presenta "una inflamación en el párpado". Respecto a cuando podrá mirarse plenamente su rostro, aclaró que ello "tendremos que verlo en conjunto con el equipo de soporte de Salud Mental, y según vaya reaccionando el paciente".
"En cualquier traumatismo facial, y éste es como si fuese un traumatismo multiplicado por diez, los tejidos se inflaman y las estructuras son variable", explicó Gómez Cia.
OBTENCIÓN DEL ALTA MÉDICA
Cuestionado acerca de qué fechas barajan para que el paciente pueda obtener el alta, siempre y cuando todo el postoperatorio vaya bien, aclaró que, en este tipo de cirugía, algo "muy importante" a tener en cuenta es que "no se puede valorar cuando será dado de alta en el hospital". Con todo, deseó que "ojalá fuese pronto, aunque nunca será algo inmediato", matizó.
Por su parte, el cirujano maxilofacial y miembro también de este equipo quirúrgico González Padilla se refirió a la regeneración óptima de los nervios y tejidos trasplantandos, algo para lo que "tendrán que pasar de unos 10 a 12 meses para saber si se recuperarán esas estructuras nerviosas".
Todo esta compleja operación se prolongó por 30 horas y fue sido posible gracias a la excelente coordinación del equipo sanitario, que activó el protocolo de alerta pasadas las 21,00 horas de la noche del pasado lunes 26 de enero e inició la intervención de extracción del tejido de la estructura facial del donante a las 05,30 horas de la madrugada del martes. A continuación, se procedió al trasplante, que finalizó a las 4.00 horas del miércoles 27.
El equipo quirúrgico de extracción e implante ha estado compuesto por cinco cirujanos plásticos, cuatro cirujanos maxilofaciales, tres anestesistas, un oftalmólogo, tres médicos residentes (Cirugía Plástica, Cirugía Maxilofacial y Oftalmología) y seis profesionales de enfermería (4 DUE y 2 auxiliares) y un anaplastólogo.
Asimismo, han intervenido profesionales de los servicios de Cuidados Críticos, Radiología, Inmunología, Bioquímica, Hematología y Microbiología han apoyado las necesidades de soporte diagnóstico y asistencial complementarias previas a la cirugía. De hecho, el procedimiento se ha prolongado por 30 horas y ha sido posible gracias a la excelente coordinación del equipo sanitario.
El equipo médico destacó igualmente como parte fundamental de desarrollo de la cirugía, todo el proceso previo de preparación, coordinación y planificación de este importante grupo de personas, de guardia permanente desde el pasado 21 de septiembre, tras recibir luz verde de la Comisión Nacional de Trasplantes y la Comisión Autonómica de Ética e Investigación Sanitaria de la Consejería de Salud. La intervención también ha sido posible gracias a la solidaridad de una familia que ha permitido la donación del tejido.
