MADRID 17 May. (EUROPA PRESS) -
En torno al 40 por ciento de la población española adulta padece hipertensión y un gran porcentaje de ellos está sin diagnosticar, según indica el doctor Carlos Arias Miranda, cardiólogo de Quirónsalud Sagrado Corazón.
La hipertensión es una enfermedad silente en la mayoría de los casos, y en muchas ocasiones los síntomas que puede presentar el paciente son debidos a alguna complicación secundaria a la propia enfermedad, que puede ser grave en algunos casos. Un síntoma frecuente al que hay que estar alerta es el dolor de cabeza o nuca, pero "al ser síntomas inespecíficos, en muchas ocasiones los pacientes se automedican y no acuden al especialista".
El doctor Arias explica que la hipertensión arterial es una patología crónica causada por una excesiva fuerza con la que golpea la sangre contra las paredes de las arterias obligando al corazón a realizar cada vez más esfuerzo para bombearla al resto del organismo. Las consecuencias de la hipertensión sobre nuestro organismo son fundamentalmente tres: las patologías cardiovasculares (infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o arritmias), las neurológicas (ictus) y las renales (insuficiencia renal).
Los principales factores de riesgo son "la edad, el estrés, la obesidad y sobrepeso, el sedentarismo, la diabetes y también existe un alto porcentaje de factor hereditario". Sin embargo, es una enfermedad que, según explica el especialista, "aunque no tiene cura si se puede controlar llevando unos hábitos de vida saludables; alimentación sana; ejercicio físico moderado y constante y una correcta medicación".
En este sentido, el especialista afirma que "el tratamiento farmacológico de la hipertensión está en constante avance, y cada vez se cuenta con fármacos más efectivos y con menor número de efectos secundarios".
Como conclusión, el doctor apunta a la importancia de la atención primaria en la detección de esta enfermedad. "Es recomendable tomarse la tensión de forma periódica en casa o en la farmacia y así poder detectar a tiempo una enfermedad que con el control adecuado del especialista tiene un buen pronóstico, pero sin control puede producir problemas irreversibles", remacha.