MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consumo, por parte de las embarazadas, de yogur bajo en grasa puede aumentar el riesgo de asma infantil y el desarrollo de rinitis alérgica (fiebre del heno), de acuerdo con hallazgos recientes. El estudio será presentado en el congreso anual de la European Respiratory Society (ERS) que se celebra en Ámsterdam (Holanda), el 25 de septiembre de 2011. Todos los resúmenes para del congreso serán publicados 'on-line' a partir de este sábado, 17 de septiembre de 2011.
El objetivo del estudio fue evaluar si los ácidos grasos que se encuentran en los productos lácteos pueden proteger contra el desarrollo de enfermedades alérgicas en los niños. Los investigadores evaluaron la ingesta de leche y productos lácteos durante el embarazo y el seguimiento de la prevalencia de asma y rinitis alérgica en los registros y cuestionarios del proyecto 'Danish National Birth Cohort'.
Los resultados mostraron que la ingesta de leche durante el embarazo no se asoció con un mayor riesgo de desarrollar asma infantil y que, en realidad, protege contra el desarrollo de esta enfermedad. Sin embargo, las mujeres que comieron yogur bajo en grasa con frutas una vez al día tuvieron 1,6 veces más probabilidades de tener niños que desarrollaran rinitis alérgica y asma a los 7 años, en comparación con los hijos de mujeres que no reportaron dicho consumo.
Los investigadores sugieren que los componentes no grasos relacionados con los nutrientes en el yogur pueden desempeñar un papel en el aumento de este riesgo. Por otro lado, también están estudiando la posibilidad de que la ingesta de yogur bajo en grasa pueda servir como un marcador de la dieta y otros factores del estilo de vida.
Según Ekaterina Maslova, autora principal del estudio, de la Escuela Harvard de Salud Pública, "este es el primer estudio donde se muestra una relación entre el consumo de yogur bajo en grasa durante el embarazo y un mayor riesgo de asma y fiebre del heno en los niños. Esto podría ser debido a diferentes de razones y vamos a seguir investigando para resolver si este hecho está relacionado con ciertos nutrientes o si las personas que comieron yogur bajo en grasa regularmente tenían estilos de vida y hábitos alimentarios similares que pudiesen explicar el mayor riesgo de asma infantil".