Tomar un refresco y descansar cada dos horas, entre los consejos para evitar la fatiga en los desplazamientos

Conductor, carretera, seguridad vial
PARROT OF DOOM / WIKIMEDIA COMMONS
Actualizado: martes, 19 abril 2011 15:23

MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Tomar bebidas refrescantes, que hidratan y despejan; evitar desplazamientos tras la jornada laboral; dormir un mínimo de siete horas para estar descansado y mantener las mismas precauciones en los trayectos cortos y durante los kilómetros finales del viaje son algunos de los consejos para prevenir la fatiga en aquellos conductores que salgan de viaje durante las vacaciones de Semana Santa.

Así, el Real Automóvil Club de España (RACE) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcólicas (Anfabra) recomiendan, también, ajustar el asiento y la altura del volante para reducir calambres y dolores musculares, descansar cada dos horas o 200 kilómetros --algo menos si se viaja de noche-- y evitar las bebidas alcohólicas.

La Semana Santa es la primera gran 'operación salida' del año, en la que se esperan alcanzar, según la Dirección General de Tráfico, 14,5 millones de desplazamientos. A ello hay que unir que es la primera gran operación de tráfico desde la entrada en vigor del nuevo límite de velocidad de 110 kilómetros por hora, lo que hace que los desplazamientos duren más de lo previsto.

Por ello, el RACE y Anfabra, dentro de su campaña 'Un refresco, tu mejor combustible', recuerdan a los conductores la importancia de adoptar hábitos saludables al volante. En concreto, han incidido mucho en prevenir la fatiga y sus consecuencias, que provoca, según han apuntado, una disminución de la atención y aumenta en un 86 por ciento el riesgo de sufrir un accidente.

"Todo ello sitúa a la fatiga como la cuarta causa de siniestralidad mortal en las carreteras españolas, ya que un elevado número de conductores no identifica a tiempo los síntomas", han alertado. En concreto, molestias corporales, hormigueos en las extremidades, picor de ojos, dolor de cabeza, nerviosismo, pérdida de atención, aburrimiento o somnolencia son algunos de sus síntomas.