SANTA CRUZ DE TENERIFE, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
"Tomar pastillas para combatir las emociones negativas no es ni el origen ni el futuro de la especie", según aseguró el catedrático del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de la Laguna (Tenerife), Juan Ignacio Capafons Bonet, durante el curso "Emoción y Salud" de la Universidad de Verano de Adeje (Tenerife).
Las emociones negativas "no son necesariamente malas", sólo deben tratarse cuando su perduración es "anormal" en el tiempo, agregó el profesor Capafons. Según el catedrático de Psicología, existe "un matrimonio indisoluble entre la salud y la emoción", sin olvidar el componente ambiental psicológico. "Hay que estudiar el hecho de cómo la enfermedad se entrelaza con unas emociones que, en función de que sean positivas o negativas, contribuyen enormemente al desarrollo o curación de una enfermedad", comentó.
Sobre la posibilidad de "reconvertir" las emociones negativas en positivas "como suelen proponer muchos libros de autoayuda", el experto opinó que las emociones positivas y negativas "están bien donde están", lo único que hay que hacer es "luchar para que no se vuelvan patologías, papel que corresponde a los estudios de la psicopatología", planteó.
En este sentido, "no hay que tenerle miedo a la tristeza, sólo cuando se convierte en abatimiento o desesperanza hay que ponerse en alerta; tampoco hay que tenerle miedo al propio miedo, salvo cuando se convierte en fobia y empieza a minar el decurso vital", afirmó el experto.
"Otro tanto ocurre con las emociones positivas -- explicó Capafons-- la ternura es muy hermosa, pero cuando se vuelve sobreprotección ya no lo es tanto, la emoción debe comportar instantaneidad, no perdurabilidad", subrayó.
"Los servicios de salud mental de nuestros centros sanitarios son verdaderos supermercados de la felicidad", dijo el catedrático de La Laguna parafraseando a un famoso psiquiatra madrileño. "No se puede ir al psiquiatra o al psicólogo y plantearle: quíteme la culpa, quíteme la tristeza, eso lleva a la persona a estar dopado de por vida, a estar 'endorfínico' todo el día, eso no es ni el origen ni el futuro de la especie", sentenció el experto.