Tomar esteroides anabolizantes daña de forma grave los riñones

Reuters
Actualizado: viernes, 30 octubre 2009 11:47

MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los atletas que utilizan esteroides anabolizantes ganan masa muscular y fuerza pero también destruyen el funcionamiento de sus riñones, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Estados Unidos que se ha hecho público durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Nefrología que se celebra en San Diego. Los descubrimientos indican que el uso habitual de esteroides tiene efectos graves sobre los riñones que se desconocían hasta el momento.

Los científicos, dirigidos por Leal Herlitz, realizaron el primer estudio que describe las lesiones en los riñones tras el abuso a largo plazo de esteroides anabolizantes. Estudiaron un grupo de 10 culturistas que utilizaban esteroides desde hacía muchos años y desarrollaron pérdida de proteínas por la orina y varias disfunciones graves en los riñones.

Las pruebas renales revelaron que nueve de los diez culturistas habían desarrollado un trastorno llamado glomeruloesclerosis segmental focal, un tipo de cicatrización en los riñones. La enfermedad suele producirse cuando los riñones trabajan en exceso. El daño renal en los culturistas tiene similitudes con lo observado en los pacientes con obesidad mórbida pero parece incluso más grave.

Cuando los culturistas dejaron de tomar esteroides sus anomalías renales mejoraron, con la excepción de un individuo con enfermedad renal avanzada que desarrolló fallo renal en fase final y que necesitó diálisis. Además, uno de los culturistas comenzó a tomar esteroides de nuevo y sufrió una recaída grave en la disfunción renal.

Los investigadores proponen que los aumentos extremos en la masa muscular requieren que los riñones aumenten su tasa de filtración dando lugar a niveles dañinos de estrés sobre estos órganos. Es también probable que los esteroides tengan efectos tóxicos directos sobre los riñones. "Los atletas que utilizan esteroides anabolizantes y los doctores que se ocupan de ellos necesitan estar advertidos de los posibles riesgos graves para los riñones", concluye Herlitz.