El tipo de trabajo y la temperatura del ambiente, indicadores de la cantidad de liquido que necesita una persona

Actualizado: viernes, 1 febrero 2013 13:12

MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las necesidades de líquido de cada persona no solo dependen del género y edad sino de otros factores como la actividad física, el tipo de trabajo y la temperatura y humedad del ambiente, según expertos participantes en la Sesión Científica Extraordinaria sobre Nutrición e Hidratación, organizada por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), que contó con el apoyo de Aquarius y Coca-Cola España.

"Aproximadamente dos tercios del peso de una persona son agua, y el aporte dietético de la misma debe venir a partir de las bebidas así como de los alimentos que ingerimos. Una correcta hidratación pasa por garantizar las cantidades de líquidos necesarios para el organismo y por buscar el equilibrio entre las pérdidas e ingestas que se realizan", ha señalado el presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación (AEN), el profesor Lluis Serra-Majem.

Una buena hidratación pasa además por un consumo adecuado de alimentos. En este sentido, este experto ha explicado que, "cualquier alimento o bebida, excluyendo las alcohólicas, con un contenido mínimo de agua del 80 por ciento, se puede decir que tiene la capacidad de hidratar, es decir, de aportar líquido al organismo".

En general, la deshidratación puede causar sensación de confusión y de fatiga, somnolencia, mayor riesgo de caídas, infección del tracto urinario, formación de cálculos renales, problemas dentales, trastornos broncopulmonares, estreñimiento, dolores de cabeza y migrañas.

En el caso de que la carencia de líquidos sea bastante elevada puede llevar al colapso y a la muerte. "De hecho, existen estudios que muestran que la falta de líquido durante más de 12 horas puede provocar dolores de cabeza y que, por el contrario, la ingesta de líquido en personas con cefaleas reduce su duración e intensidad", ha advertido.

NUTRICIÓN EQUILIBRADA

En este marco, los profesionales sanitarios aseguran que una nutrición equilibrada se consigue con un consumo óptimo de alimentos y un estilo de vida saludable. "Actualmente podemos afirmar que no existen buenos o malos alimentos, sino que las personas pueden mantener un estilo de vida saludable con una dieta saludable, que debe ser variada, moderada y equilibrada, y una práctica regular de ejercicio físico", ha señalado el profesor Manuel Díaz-Rubio.

Actualmente, un tercio de la población española (el 23%) sufre obesidad y más de un 60 por ciento tiene sobrepeso, una cifra que en el caso de las personas mayores de 65 años se incrementa hasta el 81 por ciento.

"Teniendo en cuenta estos datos tan alarmantes y que uno de los problemas más graves de los países desarrollados es el incremento del sedentarismo, asociado a una falta de actividad física, el abordaje de la obesidad exige una respuesta coordinada de todos los agentes implicados", ha dicho Díaz-Rubio.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), profesor Javier Salvador, ha destacado este "problema de salud pública" que supone una "gran comorbilidad" y genera un "importante coste sociosanitario".

"Una situación que incrementa asimismo el riesgo de sufrir otras muchas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la dislipemia, la apnea del sueño, los problemas cardiovasculares y la gota, entre otros", ha señalado.

Respecto al tratamiento de la obesidad, aunque en un primer momento se recomienda a los pacientes algunas medidas higiénico-dietéticas como disminuir la ingesta calórica o incrementar el ejercicio físico, "si esto no es suficiente", hay que recurrir a terapias farmacológicas. "Hoy en día estos tratamientos se limitan al inhibidor de la absorción de lipasas gastrointestinales orlistat", ha señalado.

En los casos de obesidad mórbida --aquellos pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) por encima de 40--, las complicaciones son más graves y se presentan en un periodo más reducido de tiempo. En este caso, según ha explicado el presidente de la SEEN, "los tratamientos convencionales no suelen ser eficaces, por lo que se opta por otros procedimientos entre los que se encuentra la cirugía bariátrica".

"En cualquier caso, la valoración individual del paciente, teniendo en cuenta las características de su enfermedad, las complicaciones y sus circunstancias personales son clave para decidir qué tratamiento es el más apropiado en cada caso", ha argumentado.