LONDRES (REINO UNIDO), 2 (Reuters/EP)
La empresa Cepheid ha desarrollado un nuevo test molecular para la tuberculosis que permite identificar la enfermedad con mucha más facilidad y rapidez que otras pruebas actualmente disponibles, incluida una variante resistente a fármacos, según informa en su último número del 'New England Journal of Medicine'.
Este nuevo método de diagnostico, que ha sido bautizado como 'MTB/RIF TB', ha sido probado en 1.730 personas que eran sospechosas de estar afectadas por la Mycobacterium tuberculosis, logrando identificar con éxito al 98 por ciento de los afectados.
Asimismo también acertó el diagnóstico del 98 por ciento de los pacientes que padecían una forma de tuberculosis resistente a la rifampicina, uno de los medicamentos antituberculosos más potente, todo ello en menos de dos horas.
Según ha reconocido el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, los resultados de la prueba son "impresionantes" en términos de velocidad, precisión y sensibilidad.
"En dos horas no sólo puede tener un diagnóstico, sino que también se puede tener una buena idea del arsenal de medicamentos que será necesario utilizar", asegura este experto, añadiendo que esta posibilidad era imposible con los métodos actuales.
El diagnóstico de la tuberculosis se realiza en laboratorios con potentes equipos de microscopía y profesionales debidamente entrenados, y puede llevar semanas. De hecho, hay expertos que reconocen que apenas se ha mejorado en los últimos 125 años. En lo que respecta al diagnóstico de la tuberculosis resistente, añaden que puede durar meses.
La tuberculosis afecta principalmente a países en vías de desarrollo de regiones como África subsahariana, la India y China, pero también se detecta en regiones pobres de algunos países desarrollados, sobre todo en pacientes que ya están infectados por el VIH.
De hecho, es una de las 10 primeras causas de muerte en todo el mundo y en 2008 fallecieron por esta causa 1,8 millones de personas, una cada 20 segundos.
La máquina y el ordenador para analizar las pruebas cuestan en torno a 17.500 dólares, aunque los fabricantes aseguran que se podrá negociar el precio para los países más pobres.
"Nuestro objetivo es hacer pruebas tan baratas como sea posible... aunque como cualquier otro bien público es obvio que tendrá un gran impacto que cuesta dinero", reconocieron sus creadores.