MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha recordado, con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama, que un tercio de las mujeres españolas no acuden a hacerse mamografías para detectar un posible tumor, que es la prueba clave para una detección precoz.
La presidenta de la AECC, Isabel Oriol, aseguró que "a pesar de todas las campañas informativas" una de cada tres mujeres españolas "en edad de riesgo" no se hace los "controles mamográficos" necesarios, con lo que se aumenta el riesgo de mortalidad en el caso de que aparezca esta enfermedad.
La AECC advierte de que la mamografía es la única prueba que se ha demostrado "eficaz" frente a esta patología, reduciendo entre un 9 por ciento y 15 por ciento la mortalidad general, y entre un 20 y 35 por ciento los fallecimientos en mujeres de más de 50 años.
Esta asociación ha publicado un informe que detecta las posibles causas de que tantas mujeres no acudan a las mamografías. La accesibilidad de los centros donde se realizan estas pruebas, el desconocimiento acerca de estas pruebas y la dificultad de las mujeres para ausentarse de los puestos de trabajo, son los factores que según la AECC más condicionan a las mujeres para no realizar una detección temprana.
Desde AECC recuerdan que este tipo de cáncer es el más frecuente entre las mujeres, puesto que cada año en España se registran 16.500 casos nuevos, y supone la primera causa de mortalidad entre las mujeres que padecen un tumor. Aunque al mismo tiempo, se felicitan porque los avances en el diagnóstico y los tratamiento han permitido la supervivencia en el cáncer de mama alcance el 80 por ciento de los casos.
"NECESITAS HABLAR CON OTRAS MUJERES"
Una mujer que sufrió cáncer de mama, Silvia Camacho, reconoció que cuando le detectaron este tumor en una "revisión rutinaria" hace 5 años se "asustó mucho". "No sabes a lo que te enfrentas", afirmó Silvia, quien después de un primer momento, contactó con la entidad contra el cáncer para tener "información".
Después del tratamiento, Silvia participa como voluntaria en la AECC porque cuando alguien se enfrenta a esta enfermedad, necesita hablar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo. Para ella fue fundamental conocer a mujeres que habían pasado la misma enfermedad y "estaban estupendas".